Terapias no convencionales se abren camino entre los tratamientos para reducir la incidencia de crónicos en urgencias

Actualizado: lunes, 27 abril 2015 14:33

MADRID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Johns Hopkins Hospital de Baltimore en Maryland (EEUU) o el Hospital Puerta de Hierro de Madrid ya incluyen algunos tratamientos basados en terapias no convencionales en pacientes con procesos terapéuticos de larga duración, que podrían servir para reducir la incidencia de los crónicos en urgencias.

Reducir la incidencia de los efectos secundarios de los tratamientos convencionales de los procesos oncológicos para mejorar la calidad de vida de los enfermos, así como reducir su presencia en los servicios de atención urgente de los centros sanitarios, son dos de los resultados más directos que tendría una implantación progresiva de la llamada oncología integrativa en la sanidad pública, según ha explicado el biólogo y asesor científico del Instituto Mas Palop, Juan Serrano Gandía.

El objetivo es incorporar las terapias no convencionales como un suplemento a las prácticas de la llamada medicina tradicional o convencional, esto es, incorporar una visión global del paciente y los efectos de los tratamiento que recibirá, abordándolo desde la nutrición, la homeopatía, la fitoterapia y los aspectos emocionales, con el objetivo principal de minimizar la problemática asociada a tratamientos agresivos para el cuerpo como la cirugía, la quimioterapia o la radioterapia, entre otros, según el asesor científico del Instituto Mas Palop.

Estas terapias, que serán uno de los temas que centrarán la presentación de la Cátedra de Innovación Clínica de la Universitat Politènica de València (UPV) este martes, incrementan la calidad de vida del paciente durante el proceso y se reduce su presencia en las urgencias sanitarias como consecuencia de estos efectos colaterales, que son previsibles y tratables de forma paralela.

Según este experto, abordar las enfermedades crónicas y, particularmente el cáncer, de manera integrativa, tratando al paciente en su totalidad y no sólo como un organismo portador de un tumor, permitiría aliviar la congestión de los servicios de urgencias y también reducir el efectos de los tratamiento agresivos en los pacientes.