Las técnicas de los radiólogos intervencionistas disminuyen el volumen de los tumores hepáticos, según los expertos

Actualizado: jueves, 27 abril 2006 15:37

MADRID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -

Diferentes técnicas de la radiología vascular e intervencionista permiten el tratamiento de enfermedades hepáticas como el cáncer y la cirrosis o las complicaciones en un trasplante de hígado, señaló la Sociedad Española de Radiología Vascular e Intervencionista (SERVEI), en colaboración con la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) en las V Jornadas de Actualización en Radiología Intervencionista en patología hepáticas celebradas esta semana. SERVEI resaltó la importancia de estas técnicas, todavía muy poco conocidas entre la población en general, y las ventajas que presentan frente a otro tipo de tratamientos más convencionales.

Una de las funciones destacadas de la radiología intervencionista es el tratamiento de los tumores malignos del hígado, tanto primitivos como metastásicos. Durante las Jornadas se amplió información sobre las técnicas más importantes que se utilizan para tratar este tipo de cáncer. Según SERVEI, destaca la embolización hepática, que permite la disminución del volumen del tumor aplicando directamente sobre él fármacos antitumorales o partículas radiactivas. Otra técnica es la radiofrecuencia, que consiste en aplicar electrodos con temperaturas superiores a 50 grados que producen la degeneración del tumor.

El coordinador de estas Jornadas, el doctor Fernando Camuñez, explicó que estas técnicas se realizan desde hace más de 15 años, aunque "gracias al desarrollo tecnológico se han obtenido mejoras muy importantes". Además, señaló, que "en estos momentos hay técnicas mucho más novedosas que están todavía en fase de ensayo clínico". No obstante, el doctor Camuñez aseguró que todas estas técnicas "deben plantearse desde un punto de vista interdisciplinar con otros especialistas en la patología hepática como cirujanos, oncólogos y hepatólogos".

La radiología intervencionista dispone, asimismo, de tratamientos mínimamente invasivos para aplicarlos en las complicaciones que en ocasiones aparecen tras los trasplantes de hígado. Se trata del caso del estrechamiento arterial y venoso en los puntos de anastomosis (unión de vasos sanguíneos de pequeño a mayor calibre). Estas técnicas son, fundamentalmente, la angioplastia y la colocación de prótesis metálicas, que se utilizan además cuando se obstruye la vía biliar de los pacientes con trasplantes hepáticos.

Para los radiólogos intervencionistas, estas técnicas presentan ventajas frente a las de cirugía. "No son procedimientos abiertos, tienen menos riesgo que las intervenciones clásicas y casi nunca necesitan anestesia general", manifestó el doctor Camuñez.