Sindicatos y estudiantes de Medicina urgen a Sanidad que aclare si ha habido fallos en la corrección del examen MIR

Actualizado: jueves, 19 febrero 2015 16:54

MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) han exigido al Ministerio de Sanidad una aclaración urgente ante los fallos detectados en la corrección del examen de Médico Interno Residente (MIR) que tuvo lugar el pasado 31 de enero.

Los estudiantes denuncian que se han manifestado contables casos de errores de transcripción en las plantillas que han recibido los aspirantes a la prueba con sus respuestas a las preguntas del examen. Una situación que, además, también se ha producido en otros años en menor medida, lo que "conlleva un sinfín de reclamaciones, alargando aún más la espera de un número ordenatorio definitivo para elegir plaza".

El sistema utilizado por Sanidad incluye la cumplimentación de una plantilla en la que el aspirante ha de escribir un número entre el 1 y el 5 en correspondencia a su respuesta a un test de 5 opciones, de la que se quedan un calco.

A la hora de la corrección se produce una transcripción de esos números a una plataforma informática que se encarga de calcular el número de respuestas netas en función de las respuestas acertadas, falladas y dejadas en blanco.

Los estudiantes creen que los fallos se deben a que se dispone de poco tiempo para transcripción de las preguntas a la hoja de respuesta y, por otro lado, de métodos de transcripción informáticos que pueden ser mejorables. Además del problema que supone tener contadas como erróneas preguntas acertadas, los estudiantes se quejan que hay preguntas que, al ser transcritas incorrectamente, aportan mayor número de aciertos pero "no son, obviamente, reclamadas ni revisadas".

"Es una situación que perjudica a unos y beneficia a otros, distorsionando en cualquier caso de forma absolutamente arbitraria la futura elección de plazas", añaden los sindicatos, que atribuyen los fallos al uso de un lector automático "supuestamente anticuado y contratado con una empresa concesionaria".