¿Y si la ciencia hablara en español?

Jornada MEDES-MEDicina en Español
FUNDACIÓN LILLY
Actualizado: viernes, 8 julio 2016 12:41

   MADRID, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Diferentes expertos han destacado la necesidad de poner en marcha políticas activas que incentiven el uso de la lengua española en la comunicación científica ya que se trata de la segunda más hablada del mundo, con más de 550 millones de hispanohablantes que en el año 2030 representarán al 7,5 por ciento de la población mundial.

   En el marco de la XI Jornada MEDES-MEDicina en Español, organizada por la Fundación Lilly en El Escorial (Madrid) bajo el título 'El español médico y la biomedicina en español: pasado, presente y futuro', algunos de los asistentes abogan por abandonar la idea cada vez más extendida de que un artículo publicado en inglés es de mayor calidad que uno escrito en español o en otra lengua.

   De hecho, ha lamentado el traductor médico Fernando Navarro, vocal del Comité Técnico de MEDES, es "mucho más fácil encontrar en Google un artículo de tres al cuarto en inglés que el último artículo publicado en español en alguna de las grandes revistas médicas españolas".

   La doctora Bertha Gutierrez, profesora titular de Historia de la Ciencia en la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca, reconoce que el español científico ha quedado relegado a un segundo lugar porque, durante los siglos XIX y XX, la inversión en ciencia en España y en general en todos los países hispanoamericanos ha estado "bastante por debajo de la desarrollada en otros lugares".

"A esto debemos sumar que Estados Unidos y, por tanto, su idioma, llevan desde mediados del siglo pasado ejerciendo una presión imparable para que sea el inglés el idioma que prime en los intercambios científicos, las bases de datos, las revistas especializadas, e Internet. El resto de idiomas han dejado ejercer pasivamente esa hegemonía", ha apuntado.

PUEDE GENERAR EXCLUSIÓN Y DEPENDENCIA CIENTÍFICA

   El problema de esta hegemonía del inglés, añade Navarro, es que se puede generar una exclusión de las aportaciones realizadas en otros idiomas, dependencia científica y uniformidad del pensamiento, acrecentamiento de la barrera lingüística entre la ciencia médica universitaria (que se publica en inglés) y la práctica (que lee principalmente en el idioma materno: español).

   "Sin contar con la discriminación lingüística, o a la creencia cada vez más generalizada de que un artículo en inglés es, por el mero hecho de estar escrito en este idioma, de mayor calidad que otro en español o cualquier otra lengua", insiste Navarro.

   Para acabar con esta situación, la exdirectora del Instituto Cervantes Carmen Caffarel aboga por poner en marcha "políticas proactivas a favor de la publicación científica en español" dada la proyección de esta lengua que, a su juicio, debe "ocupar el lugar que merece".

   En la misma línea se ha pronunciado el director de la Fundación Lilly, José Antonio Sacristán, que reclama más compromiso de las instituciones para potenciar el uso del español como medio conductor de conocimiento de la investigación científica, y ha recordado que el buscador MEDES agrupa ya aproximadamente 92.000 artículos publicados en más de 85 revistas españolas y 9 revistas iberoamericanas.