MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) ha publicado un decálogo de recomendaciones para combatir la resistencia antimicrobiana en España en el que, entre otros consejos, subraya la necesidad de educar a la población, desde los colegios hasta la universidad, en el buen uso de los antibióticos.
Asimismo, la organización ha abogado por convertir el uso adecuado de los antibióticos en la medicina, en la ganadería y en la agricultura, en un estándar de calidad prioritario; así como por hacer obligatorios los Programas de Optimización de Uso de Antibióticos (PROA) como iniciativas de calidad asistencial, basados en la formación en los hospitales y en Atención Primaria, además de dotarlos de los medios necesarios.
A su juicio, dotar con los recursos necesarios a los servicios y laboratorios de Microbiología para la detección de las resistencias bacterianas, creando pruebas de diagnóstico rápido y estudios de sensibilidad, es otra de las medidas que pueden ser eficaces para combatir la resistencia antimicrobiana.
Del mismo modo, la SEIMC se ha mostrado partidaria de disponer de información en tiempo real de los indicadores "clave" en consumo de antibióticos, resistencias bacterianas y en sus consecuencias clínicas; y de impulsar los programas multidisciplinares de vigilancia, prevención y control de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria junto a los de uso apropiado de los antimicrobianos, a semejanza del Programa PIRASOA de Andalucía y de programas similares en Cataluña.
Crear la especialidad de enfermedades infecciosas y mantener la formación actual de los microbiólogos, e impulsar el desarrollo de nuevos antibióticos, participando en los ensayos clínicos y agilizando su incorporación a la práctica clínica, son otros de los consejos lanzados por la organización.
Finalmente, en el decálogo se pide investigar con los antibióticos disponibles para mejorar su eficacia y seguridad; analizar otras medidas, no antibióticas, para la prevención, control y tratamiento de las infecciones por bacterias multirresistentes; y optimizar las tasas de vacunación, particularmente frente a la gripe, de los profesionales sanitarios y de los ciudadanos.
