Las radiografías pueden ser peligrosas si no se realizan adecuadamente

Actualizado: domingo, 8 noviembre 2015 8:59

   MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Aunque el diagnóstico por imagen "salva vidas" porque permite detectar diversas anormalidades en el organismo, también conlleva un cierto riesgo si no se usa adecuadamente, según han alertado diversos expertos con motivo de la celebración del Día Internacional de la Radiología.

   Y es que, a pesar de que el número de pacientes afectados por estas pruebas es ínfimamente bajo, los especialistas en radiología han llamado la atención sobre la importancia que tiene que estas pruebas se hagan cuando están plenamente justificadas, se controlen exhaustivamente las dosis y que el estado de los aparatos sea óptimo.

   Concretamente, el radiólogo y responsable estratégico de la Sociedad de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), Ángel Morales Santos, ha subrayado la necesidad de que tanto el clínico que solicita la prueba, como el radiólogo que la realiza, tienen que tener la "certeza" de que los riesgos son "infinitamente menores" que los beneficios.

    "No hay peor radiación que la que no se necesita y, lamentablemente, hay estudios que muestran que entre un 10 y un 30 por ciento de las pruebas radiológicas que se realizan son innecesarias", ha señalado, para informar de que las pruebas que emiten radiación iónica son la radiología simple y el TAC, mientras que la ecografía o la resonancia magnética no emiten ninguna radiación.

   La optimización de los equipos es otro de los aspectos que ha destacado el experto, quien ha avisado de la "obsolescencia" de los actuales aparatos radiológicos en los centros sanitarios españoles y ha abundado en la necesidad de impulsar la incorporación de los que están saliendo al mercado porque permiten reducir la dosis entre un 20 y un 40 por ciento.

ESPECIAL ATENCIÓN CON LOS NIÑOS

   Todo esto cobra especial importancia cuando se trata de niños. Y es que, según señala la jefa del servicio del Hospital Niño Jesús de Madrid, Gloria Gómez Mardones, con la misma prueba, un niño puede recibir cuatro veces más radiación que una persona adulta si no se utiliza la técnica apropiada.

   "El niño no es un adulto y las enfermedades de los adultos no tienen nada que ver con la de los niños. Por tanto, y aunque no podamos prescindir de estas pruebas porque evitan muchas muertes, es necesario que en todos los casos, y más aún cuando se trata de menores, se realicen de forma totalmente justificada", ha apostillado la presidenta de SERAM, Carmina Durán Feliubadaló.

   Uno de los motivos por los que hay que prestar especial cuidado con los niños es porque sus órganos son más radiosensibles y tienen una mayor esperanza de vida, por lo que los expertos han abogado también por buscar siempre otras alternativas o pruebas sustitutivas que no radien. "La valoración del riesgo a una exposición a la radiación no puede ser la misma para una persona de 70 años que para un niño de 7 años, que tiene más esperanza de vida, va a estar expuesto más veces a lo largo de su vida y tiene un mayor riesgo de desarrollar un cáncer radioinducido que un adulto", ha aseverado Gómez Mardones.

   Asimismo, la presidenta de SERAM ha recordado la escasez existente de radiólogos pediátricos debido, entre otros motivos, a que no está establecida oficialmente esta subespecialidad en España ni en el resto de Europa. De hecho, sólo Estados Unidos, Argentina e Irlanda cuentan con este título oficial.

NUEVA DIRECTIVA EUROPEA

   Por otra parte, el doctor Morales Santos ha señalado la Directiva Europea, aprobada en enero de 2014, y por la que se establecen normas de seguridad básica para la protección frente a los peligros derivados de la exposición a radiaciones ionizantes. Los Estados miembros tienen de plazo hasta el 6 de febrero de 2018 para trasponer su legislación a esta nueva normativa que, concretamente, considera la exposición médica de los niños como una práctica especial.

   Esto implica que se deben usar equipos adecuados, así como prestar especial atención a los programas de garantía de calidad y verificación de las dosis de radiación que reciben especialmente en pruebas médicas de diagnóstico que impliquen altas dosis como, por ejemplo, tomografía computarizada o radiología intervencionista.

   De hecho, los expertos han destacado la importancia de que los protocolos técnicos utilizados se ajusten al tamaño y características del paciente, especialmente en el caso de los niños. De la importancia de los protocolos se ha referido también el presidente de la Fundación Unoentrecienmil, José Antonio Carnero Fernández, quien ha enfatizado los beneficios que aporta, tanto al paciente como a los padres, que la atención y el tratamiento estén protocolarizados.

   "La información que se da a los padres es esencial, pero tiene también que estar protocolarizada y darse en el momento adecuado. Se debe informar del riesgo, pero también tiene que ser a través de un protocolo para evitar que haya diferentes mensajes", ha zanjado Carnero Fernández, cuyo hijo estuvo durante años en tratamiento por una leucemia linfoblástica aguda.