Una 'prueba de olfato' predice de manera fiable la recuperación de pacientes con lesiones cerebrales graves

Olfato, mujer, nariz
Olfato, mujer, nariz - PIXABAY/WERBEFABRIK - Archivo
Publicado: martes, 5 mayo 2020 7:43

MADRID, 5 May. (EUROPA PRESS) -

La capacidad de detectar olores predice la recuperación y la supervivencia a largo plazo en pacientes que han sufrido una lesión cerebral grave, según un nuevo estudio publicado en la revista 'Nature'.

Así, una 'prueba de olfato' simple y económica podría ayudar a los médicos a diagnosticar y determinar con precisión los planes de tratamiento para pacientes con trastornos de la conciencia.

El estudio incluyó a pacientes con lesiones cerebrales que mostraban signos mínimos o nulos de conciencia del mundo externo. Se descubrió que el 100% de los pacientes que reaccionaron a la prueba olfativa recuperaron la conciencia, y más del 91% de estos pacientes todavía estaban vivos tres años y medio después de la lesión.

"La precisión de la prueba de olfato es notable: espero que ayude en el tratamiento de pacientes con lesiones cerebrales graves en todo el mundo", confiesa Anat Arzi, investigadora del Departamento de Psicología de la Universidad de Cambridge y del Instituto de Ciencias Weizmann de Israel, quien dirigió la investigación, junto con el profesor Noam Sobel del Instituto de Ciencias Weizmann de Israel y el Dr. Yaron Sacher del Hospital de Rehabilitación Loewenstein de Israel.

A menudo es difícil para los médicos determinar el estado de conciencia de un paciente después de una lesión cerebral grave. Se cometen errores en el diagnóstico hasta en un 40% de los casos. Un paciente con una conciencia mínima difiere de uno en estado vegetativo y sus resultados futuros difieren. Un diagnóstico preciso es crítico porque informa las estrategias de tratamiento, como el manejo del dolor, y puede ser la base de las decisiones sobre el final de la vida.

Nuestro sentido del olfato es un mecanismo muy básico y se basa en estructuras profundas dentro del cerebro. El cerebro cambia automáticamente la forma en que olfateamos en respuesta a diferentes olores. Por ejemplo, cuando se nos presenta un olor desagradable, tomamos automáticamente respiraciones más cortas y superficiales. En humanos sanos, la respuesta del olfato ocurre tanto en los estados de conciencia de vigilia como de sueño.

La investigación se realizó en 43 pacientes con lesiones cerebrales graves. El investigador primero explicó a cada paciente que se les presentarían diferentes olores en frascos y que la respiración a través de la nariz se controlaría usando un pequeño tubo llamado cánula nasal. No hubo indicios de que los pacientes escucharan o entendieran.

A continuación, se presentó a cada paciente un frasco que contenía un olor agradable a champú, un olor desagradable a pescado podrido o ningún olor en absoluto durante cinco segundos. Cada frasco se presentó diez veces en un orden aleatorio, y se midió el volumen de aire inhalado por el paciente.

Los investigadores encontraron que los pacientes con conciencia mínima inhalaron significativamente menos en respuesta a los olores, pero no discriminaron entre olores agradables y desagradables. Estos pacientes también modificaron su flujo de aire nasal en respuesta al frasco sin olor. Esto implica conocimiento del frasco o una anticipación aprendida de un olor. Los pacientes con estado vegetativo variaron: algunos no cambiaron su respiración en respuesta a ninguno de los olores, pero otros sí.

Una investigación de seguimiento tres años y medio más tarde encontró que más del 91% de los pacientes que tuvieron una respuesta de olfato poco después de la lesión todavía estaban vivos, pero el 63% de los que no habían respondido habían muerto.

Al medir la respuesta olfativa en pacientes con lesiones cerebrales graves, los investigadores pudieron medir el funcionamiento de las estructuras cerebrales profundas. En todo el grupo de pacientes descubrieron que las respuestas de olfato diferían constantemente entre aquellos en estado vegetativo y aquellos en un estado mínimamente consciente, lo que proporciona evidencia adicional para un diagnóstico preciso.

"Descubrimos que si los pacientes en estado vegetativo tenían una respuesta de olfateo, luego pasaban al menos a un estado mínimamente consciente. En algunos casos, esta era la única señal de que su cerebro se iba a recuperar, y lo vimos días, semanas e incluso meses antes de cualquier otro signo", explica Arzi.

En un estado vegetativo, el paciente puede abrir los ojos, despertarse y quedarse dormido regularmente y tener reflejos básicos, pero no muestran respuestas significativas o signos de conciencia. Un estado mínimamente consciente difiere porque el paciente puede tener períodos en los que puede mostrar signos de conciencia o responder a órdenes.

"Cuando la respuesta de olfato está funcionando normalmente, muestra que el paciente aún puede tener cierto nivel de conciencia, incluso cuando todos los demás signos están ausentes --explica el doctor Tristan Bekinschtein, del Departamento de Psicología de la Universidad de Cambridge, que participó en el estudio--. Este método nuevo y simple para evaluar la probabilidad de recuperación debe incorporarse de inmediato en las herramientas de diagnóstico para pacientes con trastornos de la conciencia".