La prueba de esfuerzo no descarta al 100% el riesgo de infarto en deportistas de élite, según una especialista

La prueba de esfuerzo no descarta al 100% el riesgo de infarto en deportistas de élite, según una especialista
CREU BLANCA
Publicado: viernes, 3 mayo 2019 11:23

MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -

La directora médica de los centros Creu Blanca, la doctora Enriqueta Alomar, ha asegurado que una prueba de esfuerzo no descarta al cien por cien el riesgo de infarto, dado que hay enfermedades del corazón que no producen ningún síntoma, incluso sometiéndose a un determinado esfuerzo.

La prueba de esfuerzo es una exploración que sirve para ver cómo reacciona el corazón cuando se le somete a una situación de esfuerzo, como sucede cuando se practica deporte. Se suele realizar a deportistas de un cierto nivel competitivo porque se considera una prueba "muy completa" y suficiente para descartar la posibilidad de complicaciones cardiológicas como un infarto, dado que durante el esfuerzo se puede observar si el corazón sufre.

Para descartar el riesgo de infarto es necesario realizar un TAC de las arterias coronarias, lugar de la anatomía por donde pasa la sangre y en la que se crean más obstrucciones. Sobre esto, la doctora Alomar ha dicho que el TAC cardíaco "es capaz de detectar las estenosis que son lo bastante pequeñas para no dar síntomas pero que son detectables con esta prueba". En las revisiones a las que se someten los deportistas, continúa, "no se llega a hacer esta prueba si no hay una sospecha evidente por parte del médico".

Por tanto, la actuación rápida y la colocación de un stent (dispositivo diminuto que se coloca dentro de una estructura hueca del cuerpo) es lo máximo que puede hacer la medicina en caso de un infarto. Asimismo, la mayoría de las personas que sufren un infarto pueden realizar una vida normal tras el periodo de rehabilitación cardiaca y un seguimiento mediante revisiones cardiológicas. "Algunos pacientes con stent coronario realizan maratones", ha explicado Alomar.

Procurar eliminar los factores de riesgo de infarto como la hipertensión o el colesterol y realizarse pruebas a modo de prevención para descartar causas genéticas de fondo son la "mejor manera" de evitar una complicación cardiaca, incluso en aquellos casos en los que el corazón no ha lanzado ni una sola alerta".