Un proyecto transmite a los médicos que informen a los pacientes del peligro de conducir con drogas y fármacos

Cartel del proyecto
AYUNTAMIENTO DE MADRID
Actualizado: miércoles, 27 enero 2016 18:05

Según estudios, más de la mitad de pacientes drogodependientes conducen de forma habitual, de los que un 12% son conductores profesionales

MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los diferentes estudios realizados demuestran que si bien los conductores tienen claro que el alcohol afecta notablemente a la capacidad para conducir, no ocurre lo mismo con las drogas o los medicamentos. Es decir, se trata de cambiar esa percepción, y para eso los sanitarios y aquellos profesionales que trabajan con drogodependientes aparecen como los principales aliados.

El proyecto 'Drogas, adicciones y aptitud para conducir', en el que colabora Madrid Salud, está liderado por la Universidad de Valladolid y avalado por la Dirección General de Tráfico, el Plan Nacional contra las Drogas, así como las principales sociedades científicas. Está promovido además por la Comisión Europea para su posterior desarrollo por los estados miembros.

En este contexto, el gerente de Madrid Salud, Antonio Prieto; junto con el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Francisco Babín; y el catedrático de Farmacología de la Universidad de Valladolid, Francisco Javier Álvarez; han presentado hoy este proyecto en el Centro de Atención a las Drogodependencias de Latina.

Todas las instituciones coinciden en subrayar la importancia de informar y sensibilizar a los pacientes para evitar que éstos se pongan al volante tras haber ingerido medicamentos o consumido cualquier tipo de droga. Una información que también se quiere trasladar al resto de ciudadanos a través de diferentes materiales divulgativos.

FOLLETOS DIVULGATIVOS

La iniciativa incluye la elaboración de un folleto y cuatro trípticos en los que se pone de relieve cómo opiáceos tales como la heroína, la morfina o la codeína producen importantes efectos sobre la conducta y la toma de decisiones, limitando la capacidad para una conducción segura, lo que supone un mayor riesgo de implicación en accidentes de tráfico con resultado de muerte.

Tras la publicación del tríptico de opiáceos, se publicarán a lo largo de 2016 otros tres materiales con el objetivo de reducir riesgos en la conducción por consumo de alcohol, cocaína y estimulantes y cannabis.

La legislación de nuestro país es muy clara a la hora de considerar la conducción de vehículos bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o de bebidas alcohólicas como delito recogido en el Código Penal, que acarrea sanción económica de 1.000 euros y la retirada de seis puntos en el carnet de conducir.

El objetivo de este proyecto es evitar situaciones que se dan en la actualidad con indeseada frecuencia y que hablan de que más de la mitad de los pacientes drogodependientes conducen de forma habitual, de los cuales un 12 por ciento son conductores profesionales.

De ahí la necesidad de impulsar la transmisión de esa información por parte de los profesionales sanitarios tanto a los pacientes como a la ciudadanía en general para hacer constar los peligros que entraña ponerse al volante bajo los efectos de drogas o medicamentos.

El diagnóstico de trastorno por consumo de drogas no implica la prohibición de ponerse al volante para todos los pacientes. La valoración debe ser individual y siempre tras un adecuado control terapéutico. Si estamos tomando algún medicamento, es aconsejable la lectura del prospecto y la consulta a un médico o farmacéutico sobre sus efectos en la conducción o en el manejo de máquinas.

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