Potenciar los periodos de descanso de los niños en los campamentos de verano contribuye a una mayor seguridad y salud

Niño dormir, dormido
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Publicado: viernes, 14 julio 2017 13:58

   MADRID, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Potenciar los periodos de descanso de los niños en los campamentos de verano, tanto físico como mental, es fundamental, pues al haber más horas de luz, a veces se tiende a llenar de actividades todas las horas del día y eso genera cansancio excesivo en estos, según el enfermero y profesor de la Escuela Internacional de Ciencias de la Salud experto en Urgencias y Emergencias, Alejandro Blanco Aoiz.

   Esto es "importante" ya que en muchos campamentos se carece de una enfermera de plantilla, sobre todo en los que solo participan niños sanos, incrementando el riesgo de que cualquier percance de salud acarree graves consecuencias y secuelas que pueden evitarse si un profesional de enfermería proporciona la primera asistencia al menor.

   "Campamentos y colonias suelen tener lugar en localidades pequeñas, a veces alejadas de núcleos urbanos y las actividades físicas y lúdicas que se llevan a cabo no están exentas de riesgo, desde pequeños cortes o traumatismos a picaduras o intoxicaciones. Para padres y monitores, la presencia permanente de un profesional de enfermería significaría que los menores están más seguros", ha subrayado el presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado.

   Por ello, este último órgano y la Escuela Internacional de Ciencias de la Salud (EICS) han elaborado un listado de recomendaciones, para padres, profesores, monitores y niños -que también sirve de apoyo y refuerzo para el personal sanitario- de cara a que los campamentos de verano se lleven a cabo con seguridad y con la acción y reacción necesarias ante los problemas y accidentes que pudieran surgir.

   Además de potenciar el descanso, el niño debe contar con las protecciones adecuadas (casco, rodilleras, coderas, etc.) a cada actividad física para prevenir heridas y traumatismos y, en el caso de heridas, lavarlas con agua y jabón; el menor tiene que saber nadar "perfectamente" y estar siempre vigilado por un adulto, debido al riesgo de ahogamiento; además de protegerse con gorras, camisetas finas de manga larga y por supuesto crema solar de la más alta protección.

   Enseñarles a hidratarse de manera asidua, no descuidar la seguridad en los desplazamientos, utilizando sillas adecuadas al peso, y prevenir las picaduras de insectos, contando con un repelente pediátrico son otras de las recomendaciones que hacen desde el Consejo General de Enfermería y el EICS.