El porteo ergonómico, una opción segura para transportar a los recién nacidos

Porteo
SEPEAP
Actualizado: miércoles, 11 marzo 2015 18:57

MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) ha asegurado que el porteo ergonómico es una opción "segura" para transportar a los recién nacidos.

Y es que, según ha informado, el sistema favorece la prevención de la aparición de la plagiocefalia postural y la displasia de cadera; mejora la calidad de vida en madres con minusvalías físicas; ayuda al cuidado de bebés prematuros con alta precoz y, además, debería ser recomendado como parte del tratamiento en el caso de la plagiocefalia postural, el cólico del lactante y la displasia de cadera.

Asimismo, los pediatras señalan que el porteo también favorece el apego entre el porteador y el porteado ya que, en concreto, al porteado le ofrece seguridad, tranquilidad, ayuda a la expulsión de gases y deposiciones y alivia el reflujo y disminuye el llanto; mientras que al porteador le ofrece autonomía, movilidad y favorece la lactancia materna.

"Un porteo correcto no sólo aporta beneficios, sino que es seguro. Las muertes registradas por asfixia en portabebés se han debido al uso inadecuado de estos, como confirmó la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo (CPSC) de Estados Unidos tras haber investigado al menos 14 muertes de bebés en los últimos 20 años relacionadas con esta forma de porteo", han señalado.

NORMAS PARA UN PORTEO SEGURO

Ahora bien, para que el porteo sea seguro es necesario que se coloque al bebé en vertical; la cadera basculada hacia delante, con su periné parcialmente apoyado en el adulto, no apoyando el pubis completo; tensar el portabebé, dando apoyo a todos los puntos de la espalda; y colocar firme pero suavemente sujeta la cabeza contra el cuerpo del adulto.

Asimismo, es importante que la barbilla esté separada del esternón para evitar riesgo de asfixia por bloqueo de vía aérea; la región abdominal del bebé esté en contacto con el cuerpo del adulto, nunca el costado o la espalda; la cara del bebé siempre tiene que estar visible; y que el adulto esté "muy pendiente" de que la boca y nariz no pegan contra el cuerpo del adulto y de que la respiración del bebé es rítmica.