'PNP 1:10', el gel que permite reducir el daño de los tejidos internos tras una cirugía cardiaca

Enfermedad cardiaca, corazón, ataque
Enfermedad cardiaca, corazón, ataque - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / IGOR STEVANOVIC
Publicado: viernes, 9 agosto 2019 10:51

MADRID, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford (EE.UU) ha desarrollado un gel de nanopartículas de polímero que permite reducir las adherencias y el daño en los tejidos internos del organismo de los animales tras una cirugía cardiaca, lo que supone una mejora en los materiales de prevención de esta anomalías.

Las adherencias se refieren a las bandas fibrosas que se forman entre los órganos internos y los tejidos. Estas se desarrollan en el 95 por ciento de las operaciones y pueden ser inofensivas, sin embargo, en el caso de las cirugías abdominales pueden torcer o comprimir los intestinos, causando obstrucciones que pueden llegar a ser mortales. En el caso de las operaciones cardiacas las adherencias suponen un factor de riesgo para el desarrollo de futuras complicaciones.

El estudio, publicado en 'Nature Biomedical Engineering', ha sido realizado en ratas, a quienes se les ha rociado un hidrogel de nanopartículas de polímero en los corazones y el tejido.

En primer lugar, el equipo ha desarrollado una gama de cinco geles que posteriormente han sido aplicados a los animales, a quienes se les ha inducido un ataque cardiaco. Para su práctica se ha divido a las ratas en ocho grupos: cinco en los que cada uno recibió un gel diferente, dos que recibieron barreras de adhesión ya disponibles, y una que no recibió tratamiento.

Cuatro semanas después, las ratas que no habían recibido tratamiento habían desarrollado densas adherencias que habían unido sus corazones a las paredes torácicas. Por su parte, quienes fueron tratadas con 2 de los 5 geles formaron adherencias moderadas, al contrario que el resto, cuyo desarrollo fue limitado.

De este modo, los investigadores probaron el gel 'PNP 1:10' en ovejas, ya que sus corazones se asimilan al del organismo humano. En este punto, se encontraron resultados similares a los anteriores, volviendo a verse el efecto protector frente a las adherencias.

NO IMPIDE QUE EL CORAZÓN PUEDA LATIR

Este gel tiene como características la rigidez, que permite que se pegue pero no que se desprenda de los órganos. Así, Eric Appel, profesor de ciencia e ingeniería de materiales en la Universidad de Stanford, lo ha comparado con la mayonesa, gruesa pero fácilmente divisible.

Asimismo, presenta la tensión "ideal" entre la pegajosidad y la resbaladiza, ya que permite "cubrir todas las superficies irregulares del corazón, adhiriéndose a los tejidos, pero no a sí mismos", ha explicado Joseph Woo, profesor y presidente de cirugía cardiotorácica en el mismo centro.

Por último, es flexible, lo que permite que el corazón pueda latir, "no impide que los tejidos se muevan alrededor, simplemente proporciona una barrera física para evitar que se peguen el uno al otro", y se disuelve por el cuerpo dos semanas después de su aplicación.

El gel hasta ahora solo se ha probado en animales, pero está hecho con componentes que la Administración de Alimentos y Medicamentos Norteamericana (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado. No obstante, no se han podido apreciar anomalías en los tejidos o en la sangre de los animales en los que ha sido probado, por lo que el equipo pretende probar esta técnica en cirugía abdominal en ratas y realizar ensayos en humanos.