La OMS y UNICEF piden reforzar las medidas de seguridad en escuelas y hospitales frente a desastres

Actualizado: viernes, 19 junio 2009 17:20

GINEBRA, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF realizaron hoy un llamamiento a los Gobiernos para que refuercen las medidas de reducción de riesgos en cuatro áreas clave, de tal modo que los sistemas educativos y de salud puedan hacer frente a los posibles desastres, incluyendo los riesgos derivados por el cambio climático.

En este sentido, indicaron que es necesario construir infraestructuras para instalaciones médicas y escuelas que cumplan con las normas de resistencia frente a desastres. Asimismo, se deben llevar a cabo evaluaciones sobre la seguridad de hospitales y centros educativos y emprender acciones de mejora para hacerlos más seguros.

Según los organismos, los Gobiernos deben asegurar también que todos los hospitales implementen protocolos de emergencia y preparación para desastres, incluyendo la capacitación del personal y simulacros. Por último, deben escuchar y apoyar a las comunidades en la reducción de riesgos, a través de la formación y la educación.

La OMS y UNICEF destacaron estas prioridades durante la Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastres, una cita clave para reunir a la comunidad internacional organizada por la Secretaría Interinstitucional de la Estrategia Internacional de Reducción de Desastres de las Naciones Unidas (UNISDR) en Ginebra, del 16 al 19 de junio de 2009.

IMPACTO DE LOS DESASTRES

Durante el foro, se destacó que los desastres tienen un gran impacto en la salud, la educación, la economía, la integridad física y psicológica de los más vulnerables, especialmente los niños, las mujeres y los ancianos.

Además de acabar con vidas humanas, destruyen las infraestructuras de escuelas y hospitales, interrumpen los cursos escolares, incrementan la pobreza, empujan a los niños a dejar la escuela, y afectan la capacidad de resistencia de las comunidades, indicaron los organismos de la ONU.

El tsunami que azotó el Océano Índico en 2004, que causó unas 240.000 muertes en 10 países de Asia y África, provocó un alerta mundial sobre la importancia de la reducción de riesgos y la preparación para emergencias.

En otro caso, el terremoto masivo que sacudió la provincia china de Sichuan en 2008 dejó unos 80.000 muertos o desaparecidos, 4.000 heridos, y unos 11.000 hospitales dañados o destruidos. Más de 12.000 escuelas (el 40% de todas las escuelas de Sichuan) sufrieron daños, causando miles de niños heridos o muertos. Estos sucesos ponen de relieve los efectos que pueden tener los desastres sobre la educación y la salud, explicaron.

COLECTIVOS VULNERABLES

Los niños están entre los colectivos más vulnerables y se estima que 175 millones de niños sufrirán cada año los efectos de desastres naturales. En los últimos años, las catástrofes naturales han destruido un gran número de escuelas provocando la pérdida de muchas vidas infantiles y el detrimento del acceso a una educación. Los niños además sufren los efectos psicosociales de los desastres, que dificultan sus oportunidades de desarrollo.

"La destrucción y devastación de los hospitales, escuelas, y de la gente que los utiliza son pérdidas sin sentido que podrían haber sido evitadas en muchos casos", explicó el doctor Eric Laroche, director Adjunto-General para la Acción Sanitaria en Crisis.

"Tragedias como estas pueden evitarse o reducirse si los Gobiernos adoptan estrategias para la reducción de riesgos centradas en proteger la seguridad de las personas", comentó el experto. "Una manera excelente es hacer que los hospitales más seguros mediante el refuerzo y la puesta en marcha de códigos de construcción para asegurar la calidad de los edificios; la cualificación del personal para que esté preparado ante emergencias e analizar las instalaciones sanitarias existentes para evaluar cuáles son las vulnerabilidades que pudieran tener", señaló.

"La escuela debe ser un lugar seguro que proteja a los niños y niñas y defienda su derecho a la educación", afirmó por otra parte el director de la Oficina de Programas de Emergencia de UNICEF, Louis George Arsenault.

"De todas formas, los niños también pueden servir como poderosos protagonistas para el cambio. Incluir la reducción del riesgo en el curriculum de las escuelas, hace que los niños tengan conocimientos sobre los desastres y de las acciones que se pueden tomar para mitigar los riesgos. No sólo es un derecho de la infancia, sino que la educación también protege vidas y salvaguarda los avances alcanzados".