El nuevo método que podría ayudar a los prematuros a respirar por sí solos más rápido

Parto, bebé, nacimiento, hospital.
Parto, bebé, nacimiento, hospital. - GETTY IMAGES / NATTRASS - Archivo
Publicado: viernes, 13 diciembre 2019 11:16

   MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

   Dos estudios internacionales liderados por investigadores de Australia y Holanda, y publicados en la revista 'Frontiers in Pediatrics', proponen un nuevo método para ayudar a los prematuros recién nacidos a respirar por primera vez más rápido, basándose en el uso de una máscara con oxígeno puro que podría ser más efectiva que la actual, que contiene en torno a un 30 por ciento de este elemento.

   La respiración espontánea en el nacimiento es crítica, por lo que los doctores la pueden evitar este proceso, de forma estresante, usando intervenciones respiratorias invasivas. Pero la hipoxia (la falta de oxígeno adecuado) es un gran inhibidor de respiración natural y un riesgo particular para bebés prematuros.

   La mayoría de los niños prematuros necesitan algún tipo de apoyo respiratorio tras el nacimiento dada la escasa fuerza de sus músculos y el hecho de que sus pulmones no están del todo desarrollados.

   La ayuda normalmente se centra en técnicas no invasivas, a través del uso de una mascarilla para evitar procedimientos más complicados que pongan en riesgo los pulmones y causen daño cerebral. Pero, para hacer que la máscara sea efectiva, los bebés necesitan estar ya respirando por su cuenta. Entonces, Janneke Dekker, uno de los impulsores del estudio, buscaba cómo fomentar esta respiración autónoma de forma más rápida.

   Su premisa se basa en dar oxígeno puro a los bebés en los primeros momentos, lo que los estimularía a respirar más profundamente y con una mayor frecuencia.

   Así, dividieron el estudio en dos partes: por un lado, probaron en animales y luego en humanos. En primer lugar, Dekker y sus compañeros dividieron 26 crías de conejo y 26 de gatos nacidos antes de término que habían tenido dificultades para respirar en dos grupos diferentes que recibieron ayuda respiratoria no invasiva durante el momento de su nacimiento.

   Así, un grupo recibió el 21 por ciento del oxígeno a través de máscara (lo equivalente a la cantidad normal de oxígeno en el aire) y el otro grupo recibió un 100 por cien de oxígeno. Encontraron, así, que dar oxígeno puro inmediatamente después del nacimiento proporcionaba a las crías una estabilidad respiratoria, así como una mejor media de respiración.

   Con estos prometedores resultados en mente, Dekker puso el foco de atención en estudios clínicos humanos, por lo que, en la segunda parte, el científico usó técnicas similares para estimular la respiración en bebés prematuros humanos.

   Como en el primer estudio, 52 bebés prematuros fueron estabilizados por asignación aleatoria de ambas formas, esto es, unos con siguiendo el procedimiento actual y otros con máscaras que proporcionaban un 100% de oxígeno.

   La cantidad de oxígeno presente en la sangre de los bebés fue medida por un dispositivo especializado y comparado con los valores de referencia internacional recomendados.

   Encontraron ,así, que sus resultados se relacionaban con sus predicciones, pues los bebés prematuros que habían inhalado el oxígeno puro tenían una tasa más alta de esfuerzo por respirar, así como una mejor media de oxigenación, y necesitaban menos tiempo de ventilación.

   Esto indicaba que los órganos vitales y los tejidos en estos bebés más frágiles eran más sensibles al oxígeno que necesitaban para sobrevivir y podrían ser independientes de la respiración asistida más pronto.

RIESGO DE HIPEROXIA

   No obstante, usar demasiado oxígeno también puede ser perjudicial. Es conocido que altas concentraciones de oxígeno más tiempo del debido puede llevar a hiperoxia (una situación temporal dañina que puede causar el daño de los tejidos).

   En este sentido, Dekker y su equipo fueron cuidadosos con el fin de evitar dicho problema mediante la disminución del exceso de la cantidad de oxígeno conforme se iba viendo claro que los bebés no iban a necesitar más ayuda.

    Antes de que esto ocurra, Dekker apunta que "este ensayo clínico no se diseñó para demostrar ninguna diferencia significante en desarrollos clínicos, pero puede aportar conocimientos sobre cómo se podría mejorar el esfuerzo respiratorio al nacer. El siguiente paso será integrar esta técnica dentro de un paquete de cuidados y comparar los resultados con prácticas clínicas actuales".

   Aunque se necesitan más investigaciones para que esta técnica se use a nivel global, otro de los investigadores señala que los resultados son "emocionantes" por sí solos, pues "pueden ayudar a salvar vidas, así como a desarrollar estudios futuros sobre la mejora de la efectividad en el uso de oxígeno en el momento del nacimiento, sin incrementar los riesgos asociados a la hiperoxia.