Nefrólogos avisan de que el orden de las terapias sustitutivas reales influye en la supervivencia del paciente

Publicado: miércoles, 7 diciembre 2016 14:51

MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

Nefrólogos de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), han advertido que el orden en el que se emplean las diferentes terapias sustitutivas renales (trasplante, diálisis peritoneal y hemodiálisis) influyen significativamente en la supervivencia del paciente y la eficiencia del sistema sanitario.

Además, han asegurado que los pacientes que inician diálisis peritoneal y, después de tres-cinco años, pasan a hemodiálisis tienen un menor riesgo de mortalidad que aquellos tratados con hemodiálisis desde el primer momento. Igualmente, prosiguen, los que inician diálisis y son candidatos a trasplante, permanecen menos tiempo en tratamiento cuando su primera opción es DP, frente a aquellos que inician en HD.

Estas son algunas de las conclusiones obtenidas en el análisis del registro de pacientes 'Con Enfermedad Renal Crónica en Andalucía entre 2006 y 2014', coordinado por la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), en el que han participado nefrólogos de la SEN, el Sistema Sanitario Andaluz, la Coordinación Autonómica de Trasplantes y la Universidad de Granada, y que ha sido presentado en la jornada 'Retos en el abordaje de Enfermedad Renal Crónica'.

De hecho, el estudio ha puesto de manifiesto que si en este periodo se hubiera aumentado un 10 por ciento el número de pacientes que inician tratamiento en diálisis peritoneal, en lugar de hemodiálisis, hubiera generado un ahorro de casi 12 millones de euros al Sistema Sanitario Público de Andalucía, es decir un ahorro estimado en un 5,7 por ciento de su presupuesto de salud.

Asimismo, ha evidenciado que un incremento del 10 por ciento en el inicio óptimo del paciente en ambas modalidades (HD o DP) habría generado un ahorro de unos 12 millones en el sistema andaluz en el periodo 2006-2014. Del mismo modo, ha mostrado que el inicio óptimo del tratamiento se cumple en el 53,7 por ciento de los pacientes, y que es un indicador fundamental de supervivencia, calidad de vida y futuros costes para el sistema. De hecho, el inicio subóptimo del paciente en diálisis resulta en una diferencia de costes, a favor del inicio óptimo, de unos 15.000 euros por paciente.

RETOS EN EL ABORDAJE DE LAS ENFERMEDADES RENALES CRÓNICAS

Por otra parte, durante la jornada la presidenta de la SEN, María Dolores del Pino, se ha referido a los grandes retos para el abordaje de la enfermedad renal crónica en España, señalando las cinco estrategias contempladas en el 'Documento Marco' elaborado a tal fin por el Ministerio de Sanidad: la promoción, prevención y detección precoz, que calificó de fundamental; la atención al paciente con ERC; el empoderamiento del paciente para hacerlo corresponsable de la evolución de su enfermedad; la formación de los profesionales y la investigación.

Ahora bien, Del Pino ha advertido de que a pesar del "fuerte impacto económico" de la ERC sobre la calidad de vida y sobre el gasto sanitario total, el conocimiento de la población sobre esta patología y sus riesgos está muy lejos del que, por ejemplo, la población tiene del colesterol y las enfermedades cardiovasculares.

"No se conoce bien qué es la enfermedad renal y sobre todo el riesgo que conlleva; no sólo de llegar a diálisis, sino el incremento del riesgo cardiovascular y de mortalidad asociado. La ERC es la causa de muerte prematura que más ha aumentado en los últimos 20 años. Del mismo modo, profesionalmente, la dedicación a la Nefrología ha perdido atractivo para los jóvenes que estudian Medicina, por desconocimiento de las posibilidades profesionales y de investigación", ha enfatizado.

Dicho esto, Del Pino ha aportado datos sobre el impacto creciente de la enfermedad renal crónica en la salud pública y ha realizado un llamamiento a las estudiantes de Medicina que quieran desarrollar una labor profesional con un "alto impacto" en la vida de las personas a que se decanten por la Nefrología.

"La enfermedad renal crónica constituye un problema de salud pública dada su elevada prevalencia, un 9,2 por ciento de la población en mayores de 18 años en España, y su infra diagnóstico constituye un factor de riesgo vascular independiente y aditivo. Su detección precoz y su tratamiento mejora la morbilidad cardiovascular, la progresión de la enfermedad renal y el coste sanitario asociado a las fases más avanzadas de la ERC. Para la SEN abordar el problema de la ERC en todas sus facetas y estadios es una de las actividades clave de su Plan Estratégico para los años 2016-2020", ha zanjado.