Medio millón de vacunas para contener el brote de cólera de Irak

Bacteria del cólera vista microscópicamente.
GRAHAM KNOTT & MELANIE BLOKESCHEPFL
Actualizado: martes, 3 noviembre 2015 15:14

   MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -

   La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha movilizado 510.000 dosis de la vacuna oral del cólera para ayudar a controlar el brote de esta enfermedad que está afectado a algunas regiones de Irak y ya ha causado más de 2.000 casos confirmados.

   Además, dentro de la campaña de vacunación impulsada por este organismo de Naciones Unidas, que arrancará este fin de semana, también está prevista que unas 250.000 personas se desplacen hasta las 15 regiones afectadas para ayudar a contener el brote y evitar que se traduzca en un problema a más escala que pueda afectar a los 62 campamentos de refugiados y desplazados que hay en Irak.

   La campaña de vacunación incluye una ronda inicial de vacunas durante esta primera semana de noviembre, a la que seguirá posteriormente, y con al menos 14 días de diferencia, la administración de una segunda dosis, clave para que la inmunización que resulte realmente efectiva.

   Además, también defiende que la movilización o la concienciación de la población es clave para lograr la inmunidad de grupo y que sean vacunados todos los miembros de una familia por encima de un año.

   El brote sigue siendo una amenaza en el interior del país, así como entre sus países vecinos. Desde el inicio el pasado mes de septiembre, se han confirmado un total de 2.173 casos y dos fallecimientos. No obstante, en los últimos quince días se ha reducido el número de casos y en algunas provincias del norte como Kirkuk, Erbil, Dahuk o Suleimaniyah apenas se ha registrado un caso confirmado.

   La vacuna ofrece una eficacia del 85 por ciento a corto plazo y del 65 por ciento a los cinco años de su administración, con un buen perfil de seguridad que hace que con una cobertura elevada se podría conseguir una reducción significativa de la enfermedad.

   La OMS recomienda su uso desde 1999 aunque, según advierten, no debe reemplazar a otras intervenciones de salud pública que también han demostrado su eficacia, como la mejora de la potabilidad del agua y la adopción de medidas de higiene.