Los mayoría de pacientes con distonía muscular preferiría cambiar la frecuencia del tratamiento con toxina botulínica

Actualizado: viernes, 5 diciembre 2014 9:11

MADRID, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -

La mayoría de los pacientes con distonía muscular freferiría cambiar la frecuencia del tratamiento con toxina botulínica para poder controlar la sintomatología, según un estudio dirigido a conocer el grado de satisfacción del paciente con su tratamiento con toxina botulínica y con los intervalos en los que lo recibe, que ha presentado la doctora del Hospital Clinic de Barcelona, Mª José Martí en las XIX Jornada sobre Distonía Muscular.

Estos datos ponen de manifiesto que "el ajuste o la individualización de los ciclos de administración del fármaco a las necesidades del paciente permitiría un control, más estable de la enfermedad, aumentando sensiblemente el grado de satisfacción, y posiblemente la calidad de vida de los pacientes", ha señalado la doctora Martí.

La toxina botulínica es uno de los tratamientos más eficaces para atajar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes, tanto en lo referente a los síntomas motores neurológicos, como al dolor y a su impacto mental y emocional, y se aplica en intervalos que se sitúan en un promedio de 3,3 meses.

Por ello, la doctora del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Eva López Valdés ha dado a conocer los avances en el tratamiento con toxina botulínica. "Recientemente estamos observando que no todos los pacientes tienen el mismo efecto, ni la misma duración del efecto", por ello, "en los últimos años con el uso de toxinas botulínicas con menor posibilidad de producir resistencias al tratamiento estamos acortando el periodo de infiltraciones en algunos pacientes que lo precisan obteniendo buenos resultados", ha afirmado la doctora López Valdés.

Por su parte, el doctor de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, Pedro García Ruíz Espiga, ha hablado en las líneas de investigación abiertas en la actualidad para mejorar la calidad de vida de los pacientes que se centran en afinar en el tratamiento con toxina botulínica mediante técnicas de imagen o neurofisiológicas para infiltrar músculos profundos o complejos; desarrollar nuevas toxinas mediante ingeniería molecular; modificar la neuroplasticidad cerebral alterada en la distonía, mediante técnicas neurofisiológicas o rehabilitación; investigar nuevas dianas terapéuticas de cirugía, o ensayar terapia génica en pacientes portadores de genes asociados a distonía.

La intervención de la doctora del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, Beatriz De la Casa, se ha centrado en el impacto funcional de la distonía en los pacientes; mientras que la ponencia de la doctora Lorena Sanz, del Hospital Príncipe de Asturias de Madrid se ha basado en el manejo clínico de la disfonía espasmódica.

Por último, María Peña, de la Escuela de Risoterapia de Madrid, ha querido señalar la importancia de la relajación a través de la risoterapia, "un proceso terapéutico y de crecimiento personal en el que, mediante la risa y otras técnicas vivenciales con alto grado de interacción, encontramos la forma de sentirnos satisfechos, positivos y en equilibrio".

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