La conjuntivitis y la hepatitis A fueron las enfermedades epidémicas con más incidencia en la Comunidad en 2009

Ojo pupila
Foto: YLEM/WIKIMEDIA COMMONS
Actualizado: lunes, 28 septiembre 2015 11:11

MADRID, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -

   La conjuntivitis y la hepatitis A fueron las enfermedades derivadas de brotes epidémicos que más afectaron a los madrileños en 2009, con 216 casos de la primera y 36 de la segunda, según el Boletín Epidemiológico de la Comunidad de diciembre de 2010, recogido por Europa Press.

   En número de brotes epidémicos, en 2009 se notificaron 38, que generaron 361 casos y 21 hospitalizaciones. El mayor número de brotes se lo llevó la Hepatitis A, con nueve; seguida de las paroditis (paperas), con 5; la meningitis vírica y la conjuntivitis, con cuatro.

   No obstante, su traducción en casos concretos hace que la conjuntivitis encabece el ranking, con 216 afectados; seguida de la Hepatitis A (36), la onicomadesis (22), la infección respiratoria aguda (21), o la tuberculosis (13).

   Le sigue la paroditis (paperas) con 12 casos, la meningitis vírica, con 11, la escabiosis (9) o la tos ferina (7). Hubo cinco casos de escarlatina, y cuatro de neumonía y ese año no se detectó, ni rubéola, ni sarampión, ni varicela, ni mononuclesosis infecciosa.

    El 52,6 por ciento (20 de 38) de los brotes se produjo en centros escolares y el 26,4 por ciento (10 de 38) en el entorno familiar. En los centros escolares, los brotes que generaron un mayor número de casos fueron los de onicomadesis (3 brotes, 22 casos), infección respiratoria aguda (un brote, 21 casos), hepatitis A (3 brotes y 14 casos) y tuberculosis (2 brotes, 10 casos).

   En el entorno familiar, el mayor número de casos ha estado asociado a brotes de hepatitis A (6 brotes, 22 casos) y en las residencias de ancianos, los brotes de conjuntivitis generaron el mayor número de casos (3 brotes, 208 casos).

HEPATITIS a Y PARODITIS

   Los nueve brotes de hepatitis A originaron 36 casos y dos ingresos hospitalarios. De ellos, la mitad estaba asociado a brotes en el ámbito familiar (6 brotes, 22 casos) y el resto estaban vinculados a un brote en un centro escolar (2 casos de 11 años) y a dos brotes en escuelas infantiles (1 caso infantil y 11 casos adultos). El mecanismo de transmisión fue persona a persona en todos los brotes.

   Asimismo, se notificaron cinco brotes de parotiditis con 12 casos asociados. Tres de los brotes aparecieron en primavera y finalmente se confirmaron dos brotes. Los colectivos afectados fueron dos centros escolares, dos familias y un club deportivo. De los 12 casos, tres se produjeron en niños (3, 5 y 10 años) y el resto, en adultos de 26 a 30 años.

   Los brotes de conjuntivitis víricas afectaron a tres residencias de ancianos y una escuela infantil y se detectaron tres brotes de onicomadesis, todos en escuelas infantiles, que originaron 22 casos. Todos los casos eran menores de 3 años.  En todos los brotes se detectó antecedente de enfermedad pie mano boca en varios de los casos.

  Por su especial magnitud y características epidemiológicas se notificaron tres brotes de tuberculosis al sistema en el año 2009, de los que destaca un brote en una escuela infantil en el mes de abril. Se detectaron tres casos de tuberculosis en niños de 5 años que acudían a la misma clase de un centro escolar.

  Se llevó a cabo el estudio de contactos, que incluyó a 111 niños de 3-5 años y a los profesores que se relacionaban con ellos y como resultado, se detectaron cuatro casos más en niños, y diez con infección tuberculosa latente (prueba de mantoux positiva).

   Entre los adultos se detectó un caso de tuberculosis y 9 con infección latente. El caso adulto era una profesora de educación infantil. Fue el primer caso del brote y no tuvo síntomas.

    De los 7 casos infantiles, 6 acudían a la misma clase y el otro era un niño de 3 años que había recibido clases de apoyo con la profesora enferma. Los 10 niños con infección tuberculosa latente también acudían a la misma clase, por lo que considerando casos e infectados la tasa de ataque fue de 94,1 por ciento (16 de 17).

   La transmisión se vio favorecida por el estrecho contacto con niños pequeños, que son especialmente susceptibles, en un espacio cerrado durante muchas horas. Se detectó la misma cepa de M. tuberculosis en la profesora y dos de los niños.