Investigadores españoles dicen que determinadas mutaciones en los genes maternos podrían estar detrás de la obesidad

Actualizado: martes, 20 octubre 2009 18:28

Conocer la genética del individuo ayudaría a diseñar su dieta ideal

MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un artículo realizado por científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), publicado este mes en 'The Obesity Society', abre una nueva vía de investigación para encontrar nuevos tratamientos contra la obesidad, que apuesta por conocer la información genética de cada individuo para poder recomendarle en su caso, la dieta ideal.

Los autores de este trabajo, los investigadores de la Red Consorciada Francesc Villarroya, Joan Villarroya y Marta Giralt, explican en su estudio que el ADN juega un papel fundamental en la transferencia de información genética.

En concreto, apuntan la posibilidad de que determinadas mutaciones en los genes mitocondriales --los que se heredan de la madre-- estén detrás de la aparición de la obesidad en determinadas personas e influir en casos de diabetes y cáncer.

Existen dos tipos de ADN: el mitocondrial y el nuclear. El primero se encuentra en las mitocondrias, central de energía de la célula y se hereda únicamente de las madres. El segundo se halla en el centro de las células del cuerpo y se transmite de padres a hijos.

El ADN mitocondrial es una fuente genética muy resistente y se encarga de codificar componentes clave para el gasto energético.

INFLUIR EN DIABETES Y CÁNCER

Según explica Villarroya, director del Instituto de Biomedicina de la Universidad de Barcelona, "teniendo en cuenta que la obesidad es el resultado de una acumulación excesiva de grasa corporal producida por un desequilibrio en el balance energético, las mutaciones que experimenten los genes mitocondriales podrán contribuir a la aparición de esta afección, además de influir en diabetes y cáncer".

"Los cambios que experimentan los genes del ADN mitocondrial están condicionados por la naturaleza del sujeto. Al heredarse por vía materna, las personas emparentadas tienen el mismo ADN mitocondrial, pero si muestran cantidades distintas de ADN mitocondrial en el tejido adiposo, también presentarán discordancias en la obesidad", aseveró.

"Además, el ADN mitocondrial y su cantidad condicionan la respuesta de un individuo a una ingesta de calorías alta. Por ello, la naturaleza y cantidad del ADN mitocondrial influirá decisivamente en la facilidad o complejidad que experimente un sujeto a la hora de quemar el exceso de energía consumida", añadió.

"Estudios recientes han demostrado que los genes intervienen en el llamado centro del hambre, en la regulación del peso, en la distribución del tejido graso en diferentes partes del cuerpo, así como en el gasto energético", recordó el investigador.

Además, añadió, "el balance energético de una persona puede estar influenciado, hasta en un 40 por ciento, por su herencia genética, afectando tanto a su apetito como a su metabolismo y composición corporal".

Hasta el momento tan sólo se han detectado algunos de los genes implicados en la aparición de la obesidad, ya que es posible que su número supere la cifra de los 25.000.