Investigadores españoles desarrollan una nanoterapia que evita el rechazo a los órganos trasplantados

Desarrollan una nanoterapia que evita el rechazo de órganos trasplantados
INSTITUTO DE SALUD CARLOS III
Actualizado: miércoles, 17 octubre 2018 12:19

Y elimina la necesidad del uso de fármacos inmunosupresivos de por vida

MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -

Investigadores del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) han desarrollado una nanoterapia dirigida hacia las células del sistema inmune innato que permite la aceptación indefinida de órganos trasplantados y elimina la necesidad del uso de fármacos inmunosupresivos de por vida.

Este gran avance médico, publicado en la revista 'Inmunity', ha sido alcanzado por el grupo de Inmunología del ISCIII dirigido por Jordi Cano Ochando, que además confía en que el recorrido para trasladar estos experimentos a humanos sea relativamente corto, dado que las nanopartículas que se emplearon en este estudio están formadas por fármacos que se administran rutinariamente en la clínica.

"Hemos creado unas nanopartículas 30 veces más pequeñas que el grosor de un pelo de cabello y lo bueno que tienen es que van a las células dianas, las células que de alguna manera inician el rechazo a trasplantes, y las desactivan aceptando así el órgano trasplantado", ha explicado a Europa Press el científico titular perteneciente al Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III y responsable principal del trabajo, Jordi Ochando, para recordar que en la actualidad no existen tratamientos in vivo dirigidos hacia las células mieloides, responsables del inicio del rechazo del trasplante.

El diseño específico de estas nanopartículas convierte a los precursores mieloides de la medula ósea en una de sus principales dianas. Además, según ha detallado Ochando, debido a la capacidad de estas nanoparticulas lipídicas de penetrar en la medula ósea y de liberar agentes inmunoreguladores en precursores de células mieloides, sus efectos terapéuticos perduran en el tiempo, evitando el uso continuo de estos fármacos como ocurre actualmente en la clínica.

Por su parte, la coautora del trabajo, Patricia Conde, ha explicado que la identificación de la inmunidad entrenada como mecanismo de rechazo del órgano trasplantado ha sido clave para el desarrollo del estudio. "La inmunidad entrenada es la capacidad de las células inmunes innatas para actuar con cierta memoria inmunológica de manera que, bajo ciertos estímulos que se producen durante el trasplante de órganos, las células mieloides entrenadas son capaces de inducir el rechazo del trasplante", ha añadido.

Después de la síntesis de las nanopartículas y la posterior comprobación de sus características y toxicidad, el equipo de investigadores procedió a su aplicación en un modelo de trasplante de corazón en ratones mediante la inyección de la nanopartículas en la cola consiguiendo notables resultados de supervivencia del trasplante.

Así, con solo tres dosis de nanoparticulas durante la primera semana del trasplante los expertos lograron que la mayoría de los ratones aceptaran el órgano trasplantado a largo plazo. "Hemos probado primero en corazón, que es el más difícil de aceptar, y vamos a hacer experimentos con otros órganos y en principio debería funcionar", ha aseverado el doctor Ochando.

Los investigadores confían en que el recorrido para trasladar estos experimentos a humanos sea en tres o cinco años, dado que las nanoparticulas que se emplearon en este estudio están formadas por fármacos que se administran rutinariamente en la clínica y no presentan toxicidades.

"No hemos visto toxicidad y tampoco efectos secundarios. Son más los efectos secundarios que tiene el tratamiento inmunosupresor actual, que aumenta el riesgo de cáncer o de infecciones, que la nueva terapia ya que en principio no inmunosuprime", ha asegurado el doctor.

En el estudio han participado más de una decena de instituciones internacionales entre las que se encuentran el Hospital Monte Sinai de Nueva York, la Universidad de Harvard, el Memorial Sloan-Kettering Cancer Center y el Weill Cornell Medical College.