Hallan un tratamiento para pacientes con síndrome de dolor regional complejo

Investigadores de la UMA identifican una nueva diana terapéutica para la depresión
UMA
Publicado: miércoles, 12 junio 2019 18:42

MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un equipo internacional de investigadores, liderados desde el Instituto de Investigación del Dolor de la Universidad de Liverpool (Reino Unido), han descubierto un tratamiento para pacientes con síndrome de dolor regional complejo.

Se trata de una condición de dolor postraumático grave que afecta a una o más extremidades y que se asocia a dolor regional y a cambios sensoriales, óseos y cutáneos. Aproximadamente el 15 por ciento de los pacientes siguen con síntomas un año después del inicio de lo mismo y en la mayoría de las ocasiones los medicamentos no logran paliarlos.

Ante esta situación, los expertos, cuyo trabajo ha sido publicado en la revista 'PNAS', han examinado los anticuerpos en el suero de los pacientes para determinar el papel potencial de las proteínas que causan la enfermedad. En concreto, observaron niveles elevados inducidos por anticuerpos de mediadores inflamatorios como la interleucina 1 (IL-1) en tejidos periféricos o en el cerebro.

Se sabe que la IL-1 normalmente induce respuestas corporales locales y sistémicas dirigidas a eliminar microorganismos y reparar el daño tisular. Sin embargo, se ha identificado un número creciente de afecciones clínicas en las que la producción de IL-1 se considera inadecuada y causa enfermedad.

Los investigadores transfirieron los anticuerpos de los pacientes con síndrome de dolor regional complejo de larga duración a los ratones y encontraron que estos anticuerpos causaban consistentemente una condición similar a la de dicho dolor.

Además, los científicos observaron que estos anticuerpos activaron las células gliales, un tipo de "neuroinflamación" en partes del cerebro de ratones relacionadas con el dolor. Luego, el equipo descubrió que el bloqueo de IL-1 con un medicamento ya comercializado ayudó a prevenir y revertir todos estos cambios en los animales. "Este enfoque tiene un potencial terapéutico atractivo y también podría tener un impacto real en el tratamiento de otras afecciones de dolor crónico inexplicable", han zanjado los investigadores.