Estudian la prevención y reducción de úlceras por presión en los recién nacidos

Actualizado: lunes, 6 agosto 2012 18:22


VALENCIA, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -

Profesionales de Enfermería del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Valencia están llevando a cabo un estudio sobre la prevención y reducción de las úlceras por presión en los recién nacidos ingresados en el centro. Se trata de un estudio observacional y multicéntrico de dos años de duración pionero en España.

Los investigadores principales del estudio son Pablo García Molina y Evelin Balaguer López, enfermeros, que han trabajado junto a otros profesionales que conforman el Grupo de Enfermería para la mejora de la Calidad en Pediatría del Hospital Clínico.

Tal y como han explicado estos profesionales, hasta hace poco tiempo no se tenía conciencia de que los pacientes recién nacidos ingresados en hospitales pudieran padecer algún tipo de úlcera por presión. Se ha trabajado mucho para la prevención de úlceras en adultos, pero ellos parten de la idea de que hacía falta en el país una herramienta validada y eficaz para la prevención de úlceras en neonatos. En este estudio se ha trabajado sobre la existencia de éstas y se ha investigado para comprobar la validez de una nueva escala denominada Neonatal Skin Risk Assesment Scale (NSRAS).

En este estudio han participado enfermeros de los Servicios de Neonatología de diferentes Hospitales como el Hospital de Basurto, Hospital de Cruces, Hospital de Txagorritxu y Donostia en el País Vasco, el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, del Hospital Torrecárdenas de Almería, el Hospital Miguel Servet de Zaragoza y el Hospital Clínico de Valencia.

Se trata de un estudio multicéntrico y observacional, donde se ha trabajado para conocer el riesgo que existe a que determinados neonatos ingresados desarrollen úlceras por presión. Se han tomado datos de la población neonatal ingresados en ocho diferentes hospitales.

Según han explicado Pablo García y Evelyn Balaguer, el estudio se compone de dos fases, la primera es llegar a una versión final de una escala traducida y validada al castellano; y una segunda fase que consiste en comprobar cuándo se puede decir que existe un riesgo real de sufrir una úlcera, es decir, comprobar que sirve como método preventivo.