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Actualizado: jueves, 10 marzo 2016 17:18

   MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Cada año se realizan en España entre 60 y 70 trasplantes renales pediátricos, uno de cada tres con órganos de donante vivo que generalmente son uno de sus padres, según datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) presentados con motivo del Día Mundial del Riñón que se celebra este jueves 10 de marzo.

   En concreto, según ha explicado María de la Oliva, médico adjunto de la ONT, durante la presentación de la campaña 'Enfermedad renal y niños ¡Actúa pronto para prevenirla!' de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), cada año se registran unos 32 nuevos casos de insuficiencia renal crónica en edad pediátrica para los que el trasplante supone "una excelente opción terapéutica".

   Estas insuficiencias renales pediátricas suelen estar provocadas por anomalías en el desarrollo del riñón o de tipo genético que hacen que el niño tenga menos tejido renal de lo normal, ha añadido Víctor Manuel García Nieto, presidente de la Asociación Española de Nefrología Pediátrica.

   "El trasplante se indica cuando la función renal es incompatible con la vida", ha reconocido este experto, que celebra que España sea uno de los países con las tasas más altas de trasplantes renales pediátricos, junto con los países escandinavos.

   En principio se pueden realizar a partir de los dos años de vida o 10 kilos de peso, aunque la edad media de estas intervenciones son los 8 años.

SOLO 17 NIÑOS EN LISTA DE ESPERA

   El aumento de las donaciones de vivo en España favorece que entre un 25 y 30 por ciento de los trasplantes se realice por esta vía, con órganos que sobre todo proceden de la madre, aunque también del padre. Una situación que favorece que actualmente sólo haya 17 niños en lista de espera.

   Esto es también gracias a que actualmente existe un plan de priorización del trasplante renal pediátrico. Y aunque el Programa de Donación Renal Cruzada también permite la inclusión de niños, de momento el paciente más joven que ha participado tenía 17 años.

   Además, la posibilidad de obtener el riñón de un donante vivo favorece que muchos niños puedan "someterse al trasplante antes de empezar la diálisis", ha apuntado la representante de la ONT, que también apunta que la supervivencia del órgano en estos casos es mayor. De media, el riñón trasplantado suele durar entre 12 y 16 años, aunque "hay pacientes que pueden vivir con el órgano trasplantado toda la vida", según De la Oliva.

FUERTE IMPACTO EMOCIONAL

   En estos menores la enfermedad tiene un "fuerte impacto emocional", como ha destacado Jesús Molinuevo, presidente de la Federación ALCER, ya que deben convivir con una enfermedad "progresiva e irreversible" de por vida que "ni siquiera el trasplante cura".

   "El tratamiento es muy duro para un niño, ya que conlleva muchas revisiones e ingresos hospitalarios", ha explicado Ángel Muñoz, paciente al que se le diagnosticó la insuficiencia renal a los 6 años y que desde entonces se ha sometido a cuatro trasplantes.

   En estos casos en los que hay una predisposición genética para la insuficiencia renal resulta también clave la necesidad de mantener unos hábitos saludables para prevenir o, al menos, retrasar el deterioro de la función renal, han destacado los expertos.

   Asimismo, entre los principales factores de riesgo para la insuficiencia renal destacan la mala alimentación y el sedentarismo, que están provocando en España un aumento de la obesidad y de algunas patologías como la hipertensión arterial o la diabetes tipo 2.

PROHIBIR LAS CHUCHERÍAS CON SAL A LOS NIÑOS

   De hecho, el presidente de la Asociación Española de Nefrología Pediátrica ha insistido en la necesidad de prohibir en niños las chucherías ricas en sal, como patatas fritas y otros 'snacks', que a su juicio son los responsables de la "ingesta de sal excesiva" de muchos niños en España.

   También aconsejan controlar la ingesta de alimentos y bebidas ricas en azúcar, de ahí que entre las recomendaciones de los nefrólogos para prevenir la enfermedad renal están "beber mucha agua y no sustituirla por otra bebida", ha destacado María Dolores del Pino, presidenta de la SEN.

   Esta experta también ha destacado la importancia de mantener la actividad física y que los niños realicen al menos 30 minutos de ejercicio diario, y realizar más controles de los niveles de glucosa en sangre, del peso y de la tensión arterial a fin de diagnosticar precozmente la enfermedad.