MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
Enfermeros reunidos en la V edición de 'Ilumina', organizado por Novartis, han abogado por una atención integral y multidisciplinar de los pacientes con esclerosis múltiple (EM), una enfermedad que afecta a unas 45.000 personas en España y que se suele producir entre los 20 y los 30 años.
"España se sitúa en una zona de riesgo medio alto con prevalencias similares a lo largo de todo el territorio peninsular e insular", ha apuntado la neuróloga del Hospital Universitario de Getafe (Madrid), Yolanda Aladro.
En este sentido, la enfermera del Hospital Universitari Vall d'Hebron de Barcelona, Rosalía Horno, ha comentado que todo el equipo enfermero acompaña al paciente en el manejo de su enfermedad ya que suelen ser los primeros en detectar "cualquier" posible síntoma físico o cognitivo del enfermo.
"El carácter crónico de la enfermedad hace indispensable un seguimiento estrecho y a largo plazo para evitar complicaciones y mejorar la evolución. A ello debe sumarse la relevancia del trabajo en equipo y multidisciplinar puesto que por la naturaleza de la patología se van a ver afectadas varias áreas funcionales", ha argumentado la enfermera del Hospital Universitario La Princesa de Madrid, Beatriz del Río.
Además, la experta ha abogado por un enfoque holístico de la patología que tenga en cuenta, además de la aparición de los síntomas y la evolución, otras necesidades que vayan surgiendo en el curso de la enfermedad como problemas laborales, estado anímico o pérdida de autonomía.
Para ello, durante la jornada se han debatido diversos temas relacionados con el abordaje y atención a estos pacientes como el impacto de los síntomas físicos y cognitivos, la contribución de la neurorehabilitación en las funciones cognitivas, la revisión y el seguimiento integral del paciente o el papel del cuidador, entre otros.
EL IMPACTO DE LA EM EN EL PACIENTE
La pérdida de funciones físicas y cognitivas en el curso de la EM se debe a dos tipos de daño que provocan la pérdida de neuronas y tejido cerebral: lesiones inflamatorias focales y procesos neurodegenerativos más generalizados. Las lesiones inflamatorias focales pueden presentarse clínicamente como recaídas y contribuir a generar discapacidad en la/el paciente. El daño difuso empieza al inicio de la enfermedad, a menudo no es perceptible y se relaciona con la pérdida de volumen cerebral y la acumulación de discapacidad irreversible.
"Indudablemente el impacto de la patología es muy elevado, tanto en el ámbito personal, social, como laboral. Las relaciones sociales se ven afectadas en más de un 35 por ciento ya en los primeros años de evolución, al igual que las relaciones personales y de pareja", ha señalado Aladro.
Unos síntomas que, además, cuando se presentan es como 'volver a empezar' y le recuerda al paciente que padece una enfermedad, este es una de las problemáticas de la esclerosis múltiple.
"Problemas de memoria, cierta afectación en las funciones ejecutivas que por ejemplo limitan la capacidad de hacer dos cosas a la vez, capacidad de resolver problemas, capacidad de leer entre líneas lo que ha dicho la gente, capacidad de extracción. Son déficits no patentes en una consulta habitual, pues son síntomas largamente olvidados, pero con una importante interferencia en la vida social, personal y laboral y, en muchos casos, son estos los síntomas causantes de la discapacidad", ha comentado el neuropsicólogo Hospital Universitari Josep Trueta, Jordi Gich.
Finalmente, los expertos reunidos en la jornada han analizado la contribución de la neurorehabilitación como una herramienta para mejorar la función cognitiva. "A fecha de hoy sabemos que de una determinada manera los pacientes pueden mejorar ciertas funciones, aunque debemos conseguir mantener la adherencia a la terapia de neurorehabilitación a lo largo del tiempo", ha zanjado Gich.
