Embarazo y hepatitis C

Actualizado: martes, 29 septiembre 2015 13:03

   MADRID, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -

   El porcentaje de mujeres embarazadas que tiene infección crónica por virus de hepatitis C está en torno al 1 por ciento, según los datos de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), que alerta de que el riesgo de contagio al feto puede alcanzar el 20 por ciento.

    CONTAGIO Y TRANSMISIÓN DE HEPATITIS C

   Concretamente, "la probabilidad media global de transmisión está en torno al 4 por ciento, pero puede llegar al 8 por ciento si la madre tiene cargas virales elevadas en sangre, e incluso al 20 por ciento si además está coinfectada también por el virus VIH".

   El máximo riesgo de que una mujer embarazada infecte a su feto se produce durante el parto y el periparto, por exposición del bebé a sangre materna. "Puede minimizarse el contagio evitando la ruptura prolongada de membranas (bolsa), iniciando la finalización activa de la gestación y evitando procedimientos intraparto que aumenten la exposición del feto a sangre materna, como por ejemplo la monitorización fetal invasiva", afirma el doctor Rafael Granados, miembro de la SEIMC.

   Uno de los momentos de riesgo de transmisión del virus al feto es durante la amniocentesis diagnóstica, una prueba para determinar si el feto presenta algún tipo de irregularidad cromosómica, en la que se extrae líquido amniótico mediante una punción con una aguja a través de la pared abdominal de la madre, atravesando la pared uterina y la bolsa amniótica para llegar al líquido amniótico.

   "También es importante, antes del parto, valorar la presencia de otras enfermedades de transmisión sexual concomitantes que pudieran incrementar el riesgo de contagio en el momento del parto", añade. No obstante, no hay evidencias sólidas que justifiquen la realización de cesárea en mujeres con infección por virus C para evitar la transmisión vertical de la infección.

NO SE RECOMIENDA EL ANTIVIRAL EN LA GESTACIÓN

   En cuanto a la lactancia materna, aunque está demostrado que puede haber virus C en la leche materna, no está demostrado que la lactancia materna aumente el riesgo de transmisión perinatal del virus.

   Por otra parte, desde la sociedad médica recuerdan que antes de plantearse el tratamiento en niños infectados, se debe tener un seguimiento para valorar el aclaramiento espontáneo del virus de al menos 6 meses a un año. "En el caso de que la infección persista pasado ese tiempo, el médico tiene que valorar el tratamiento con antivirales de última generación", aunque las evidencias disponibles para este grupo de edad son aún escasas, indica Granados.

   Entre el 65 y el 70 por ciento de los infectados con virus de hepatitis C no sabe que tienen la enfermedad, eso hace que en muchos casos las embarazadas infectadas desconozcan los riesgos para su hijo. "Si la mujer es diagnosticada de hepatitis C durante la gestación, no se recomienda que tome tratamiento antiviral durante la misma, porque no hay todavía estudios con los nuevos fármacos en esta situación, que permitan garantizar la seguridad de la madre y el feto", añade.