El diagnóstico precoz evita secuelas articulares en niños enfermedad reumática
HOSPITAL GENERAL DE VILLALBA
Actualizado: viernes, 3 marzo 2017 11:50

MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -

Las enfermedades reumatológicas, cuando se inician durante la infancia, son la causa más frecuente de discapacidad, por ello "si no se realiza un diagnóstico y un tratamiento precoz, pueden aparecer secuelas articulares como, por ejemplo, una extremidad más larga que otra e influir en el desarrollo, enlenteciendo o frenando el crecimiento, tanto en peso como en talla", como ha explicado la especialista del Servicio de Reumatología Pediátrica del Hospital General de Villalba, la doctora Almudena Román Pascual.

A pesar de que este tipo de enfermedades en la infancia son poco frecuentes, afectan a uno de cada 2.000 menores y la más frecuente de ellas es la artritis idiopática juvenil, que afecta, aproximadamente, entre 20 a 150 por cada 100.000 niños, como informan desde el Hospital de Villalba.

Sin embargo, según el tipo del que se trate, son más frecuentes en niños o en niñas; en lactantes, escolares o adolescentes. "La más frecuente es la que llamamos oligoarticular, que es más habitual en niñas por debajo de los 6 años. Otras formas son la artritis psoriásica o la sistémica, donde además de inflamación articular hay fiebre y lesiones en la pie", ha destacado Román.

En esta línea, el campo de la reumatología pediátrica ha experimentado una "revolución" que ha cambiado el pronóstico de estos pacientes, pues "se siguen utilizando fármacos clásicos como los antiinflamatorios o los corticoides (tanto por boca como en infiltraciones), pero la aparición ya hace décadas del metotrexato y después de los fármacos biológicos permite que muchos de estos niños estén sin síntomas, con vida normal y sin secuelas", ha asegurado la doctora. "Estos son fármacos potentes que, por otros mecanismos distintos a los antiinflamatorios clásicos, suprimen la inflamación articular y otros síntomas que pueden aparecer en estas enfermedades", añade.

Algunos de estos síntomas mencionados por Román son "la aparición de cojera, o en el caso de niños más pequeños que no quieran caminar o gatear, que pidan ir en brazos o en la silla, sobre todo por las mañanas o después de la siesta; la inflamación de alguna articulación y la fiebre recurrente sin causa".

Además, a juicio de la doctora, a pesar de que cada clase de artritis tiene un tratamiento diferente, recuerda que hay algunos comunes para todos como "el descanso, es decir, dormir el tiempo adecuado cada noche; el ejercicio físico, como la natación donde se mueven muchos músculos y articulaciones; y una alimentación equilibrada".

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