Decálogo si estás pensando en acudir a pseudomédicos

Medicina tradicional o alternativa
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Actualizado: viernes, 3 abril 2015 9:18

MADRID, 3 Abr. (INFOSALUS) -

Hay personas que desconfían de la medicina y prueban suerte que lo alternativo o las pseudociencias por muy variadas razones. La desesperación ante un problema sin solución y para el que dicen haber encontrado una cura o, sin más, porque un amigo cuenta que tal o cual terapia le ha funcionado están entre las más habituales.

Según explica a Infosalus J.M. Mulet, autor de 'Medicina sin engaños' (Ediciones Destino, 2015), entre los aspectos más importantes que hay que tener en cuenta cuando se piensa en acudir a la pseudomedicina es que detrás de la consulta de un médico hay una colegiación, un seguro de responsabilidad civil que cubre una posible mala praxis, aspectos que es difícil que existan en los despachos de estos pseudomédicos.

"Tenemos que conocer los riesgos a los que nos exponemos si nos ponemos en manos de estas personas", señala Mulet, que apunta diez consejos que nos pueden ayudar a no caer en las redes de estas pseudociencias:

1. Acude al médico en primer lugar: la principal forma en la que los pseudomédicos consiguen nuevos clientes es por el boca a boca. Si tienes algún problema de salud, ve al médico, que te proporcionará un consejo profesional o colegiado, no te fíes de los consejos de amigos, parientes o familiares.

2. Si parece demasiado bueno, no lo es: si alguien te vende un remedio y parece demasiado bueno, la sospecha es lo primero que tiene que pasar por tu mente. Si algo es efectivo, se difunde entre toda la profesión médica, desconfía siempre de los tratamientos secretos.

3. Practica el uso del espíritu crítico: si desde fuera algo te parece similar a la magia o te parece una tontería, no lo dudes y abandona la consulta. "No importa que el montaje sea muy aparatoso y parezca de verdad", señala Mulet en su libro, que apunta que uno de los timos que está tomando más auge en los últimos tiempos es el de las operaciones realizadas en el extranjero basadas en las células madre.

4. Cuidado con los que te cuentan su vida: muchos de estos pseudoterapéutas dicen haber encontrado de forma individual la posible cura o técnica empleada a través de algún tipo de investigación o revelación derivada de una experiencia vital trascendental y presentan una historia muy trabajada para buscar la complicidad con el paciente.

5. Que parezca una consulta no quiere decir que lo sea: muchos parecen médicos de verdad y se pueden hacer pasar por ellos bajo títulos como terapeutas y especialistas. Biombos, camillas, atuendos médicos o diplomas de títulos enmarcados y colgados en la pared no son más que un peligroso disfraz para el paciente. Busca el título de médico y el número de colegiación, que debe aparecer siempre junto a su nombre en las recetas y la publicidad.

6. Que sea una terapia cara no significa que sea mejor: en ocasiones tendemos a pensar que todo lo que tiene un precio superior es mejor y de igual forma puede aplicarse a los servicios de salud. "Los recursos médicos de la Seguridad Social no son gratis, no somos conscientes a veces de que se pagan con nuestros impuestos", recuerda Mulet que apunta que los falsos profesionales "pescan en el río revuelto de los problemas del sistema sanitario" como la saturación, la brevedad en las consultas y la despersonalización.

7. Uso de palabras de un lenguaje pretenciosamente moderno: son palabras y expresiones como holístico, alcalino, salud natural, etc. Si además distingue entre sus prácticas y las de la medicina tradicional, lo mejor es no tardar en dejar el lugar, apunta Mulet.

8. Se revisten de un halo de notoriedad: se presentan como asesores de personajes famosos con los que además se hacen fotos que exponen y enseñan en su despacho. Pueden además hablar de sus viajes, congresos y consultas en otras ciudades como medio de impresionar a los posibles clientes. Mulet advierte que también se da el caso de determinados personajes famosos que se dicen clientes de estos pseudo-médicos y que llegan incluso a promocionarles a través de los medios de comunicación.

9. Desconfía si 'adivina' el motivo de la consulta: la información que necesita este pseudomédico podrías habérsela proporcionado tú mismo sin ser consciente. A partir de determinada edad la mayoría de personas sufre trastornos similares como colesterol, hipertensión, descalcificación en las mujeres. La observación y tus ganas de encontrar una solución le dejan abiertas muchas puertas a este 'pseudodiagnóstico' inicial.

10. Desprotección legal: la persona queda desprotegida si se produce algún problema ya que en los tribunales el acudir a estas consultas se puede considerar un acto voluntario. Además, si el pseudomédico no se anuncia como médico no se le puede acusar de intrusismo.