¿Cuántos tipos de quimioterapia hay?

Quimioterapia intravenosa.
Quimioterapia intravenosa. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / BRIANAJACKSON - Archivo
Publicado: lunes, 7 octubre 2019 8:26

   MADRID, 7 Oct. (EDIZIONES) -

   La quimioterapia es una terapia que se emplea para el tratamiento del cáncer. Diversos fármacos tienen el objetivo de destruir las células cancerígenas, impedir su reproducción y reducir o eliminar la enfermedad.

No sólo hay un tipo de quimioterapia. Las doctoras Carmen Guillén Ponce y María José Molina Garrido las clasifican en la guía de información sobre tratamientos 'Qué es, cómo funciona y tipos de quimioterapia' de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) según la finalidad de la administración, el modo de administración, la vía de administración y el mecanismo de acción.

    En cuanto a la finalidad de la administración, las doctoras Guillén y Molina especifican que existe la quimioterapia adyuvante, la neoadyuvante, la de inducción o conversión, la concomitante y la paliativa.

   La quimioterapia adyuvante "es la que se administra generalmente después de un tratamiento principal como es la cirugía, para disminuir la incidencia de diseminación a distancia del cáncer", explican las doctoras Guillén y Molina, que añaden que este tipo "actualmente se considera el estándar de tratamiento para muchos tipos de tumores, incluyendo el cáncer de mama o el de colon en estadios precoces".

   Por su parte, la quimioterapia neoadyuvante "es la que se inicia antes de cualquier tratamiento quirúrgico o de radioterapia con la finalidad de evaluar la efectividad in vivo del tratamiento", clarifican las expertas en la guía de la SEOM.

   Esta "disminuye el estadio tumoral pudiendo mejorar los resultados de la cirugía y de la radioterapia y en algunas ocasiones la respuesta obtenida al llegar a la cirugía es factor pronóstico", continúan las doctoras. Esta variante se usa en el tratamiento del cáncer de canal anal, vejiga, mama, esófago, laringe, cáncer de pulmón no microcítico y sarcoma óseo.

   Por otro lado, la de inducción o conversión es "la quimioterapia para enfermedad avanzada que se utiliza antes de cualquier otro tipo de tratamiento local con intención de reducir la cantidad de enfermedad o lograr convertir la enfermedad e operable cuando inicialmente no lo era", según las doctoras Guillén y Molina.

   Después, "la radioquimioterapia concomitante, también llamada quimioradioterapia, se administra de forma concurrente o a la vez con la radioterapia con el fin de potenciar el efecto de la radiación o de actuar espacialmente con ella, es decir, potenciar el efecto local de la radiación y actuar de forma sistémica con la quimioterapia", matizan las expertas.

    Por último, las doctoras Guillén y Molina se ocupan de la quimioterapia paliativa, que "se utiliza en tumores que no se vayan a intervenir quirúrgicamente por existir metástasis a distancia y cuando la finalidad del tratamiento no sea curativa".

SEGÚN EL MODO DE ADMINISTRACIÓN

    Si se escoge el modo de administración, la quimioterapia puede dividirse en monoterapia o poliquimioterapia, que a su vez se subdivide en combinada y secuencial. El primer tipo consiste en la "administración de un único fármaco antineoplásico", según las doctoras Guillén y Molina.

   En referencia a la poliquimioterapia, las expertas especifican en la guía de la SEOM que se trata de "la asociación de varios agentes antineoplásicos que actúan con diferentes mecanismos de acción, sinérgicamente, con el fin de disminuir la dosis de cada fármaco individual y aumentar la potencia terapéutica de todas las sustancias juntas". La combinada consiste en la administración de fármacos de forma conjunta, mientras que en la secuencial se lleva a cabo secuencialmente.

SEGÚN LA VÍA DE ADMINISTRACIÓN

   Hay diferentes vías de administración. Las doctoras Guillén y Molina exponen que la más habitual es la intravenosa. "Frecuentemente se utiliza un catéter para la infusión, que en ocasiones se adhiere a un dispositivo pequeño de plástico o de metal, que se coloca bajo la piel y evita pinchazos", indican las expertas.

   Además, en los últimos años "se han desarrollado y comercializado agentes de quimioterapia por vía oral, como la capecitabina y la temozolamida", según muestran las expertas en la guía de la SEOM, pero "el tipo de administración por vía oral no significa la ausencia de toxicidad, por lo que siempre se deben manejar y administrar por oncólogos médicos expertos en su prescripción, mecanismo de acción y manejo de la toxicidad", avisan.

   Por otro lado, existe la administración de quimioterapia regional. "Se utiliza para incrementar la perfusión de quimioterapia en determinadas localizaciones", indican las doctoras Guillén y Molina. Los diferentes tipos incluyen "la quimioterapia intracavitaria, bien sea intravesical, intraperitoneal, intrapleural o intradural, y la quimioterapia intraarterial", distinguen, y añaden que "habitualmente estas vías sólo se utilizan en situaciones especiales".

   Por último, "en raras ocasiones se inyecta directamente la quimioterapia intratumoral o intralesional, en el propio cáncer. En la mayoría de los casos se considera experimental, como en tumores de cabeza y cuello o sarcoma de Kaposi", finalizan las expertas en la guía de la SEOM.

SEGÚN EL MECANISMO DE ACCIÓN

   En último lugar, los fármacos quimioterápicos se dividen en dos categorías principales, los citotóxicos y los citostáticos. "Desde una perspectiva clínica, el principio fundamental es que los fármacos a emplear en el tratamiento del cáncer debe presentar un índice terapéutico adecuado, es decir, contar con evidencias de eficacia clínica que justifiquen su uso, tener un perfil de toxicidad aceptable (previsible, reversible y manejable) e, idealmente, contar con una explicación coherente sobre su mecanismo de acción desde el punto de vista del desarrollo clínico de nuevos fármacos", señalan las expertas.

   Según las doctoras Guillén y Molina, "los modelos para los citostáticos frente a los citotóxicos son claramente diferenciados en sus fases iniciales". En el caso de los citotóxicos, "los objetivos en estudios iniciales deben ser la toxicidad limitante de dosis y conocer la dosis recomendada, además de la tasa de respuestas", diferencian las expertas en la guía de la SEOM.

   Por el contrario, en "los estudios iniciales de fármacos citostáticos principalmente se valorará la farmacodinámica o el efecto biológico de la saturación de la diana sobre la que actúa, además del tiempo a la progresión y la capacidad de estabilización de la enfermedad", finalizan las doctoras Guillén y Molina.

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