¿Cuáles son los orígenes del virus del herpes?

Herpes.
Herpes. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / SOMETHINGWAY - Archivo
Publicado: lunes, 20 enero 2020 11:16

MADRID, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -

Un equipo de investigación italiano, conducido por el IRCCS Medea en colaboración con la Universidad de Milán, ha redefinido la historia y los orígenes de dos patógenos "extremadamente comunes" en el ser humano, el virus del herpes simple de tipo 1 y de tipo 2, demostrando que la historia de estos patógenos es diferente y más compleja de lo que se creía anteriormente al relacionarse con eventos históricos.

El tipo de virus del herpes común simple es la primera causa de lesiones orofaciales. En menor medida, el virus del herpes simple de tipo 2 es normalmente responsable del herpes genital. Ambos virus pueden también desencadenar enfermedades graves, incluyendo encefalitis no epidémica y la infección por herpes neonatal. En este caso último, el virus es generalmente transmitido por la madre durante el parto y las consecuencias pueden ser severas para el recién nacido.

En primer lugar, los autores de la investigación, publicada en 'Molecular Biology and Evolution', analizaron la diversidad de los dos virus en relación con su origen geográfico, y observaron que los patógenos derivados de los diferentes continentes no eran "especialmnte diferentes", según ha señalado uno de los investigadores, Diego Forni.

Así, se trata de una observación que no es consistente con la hipótesis de una migración antigua. "Nuestros datos indicaban claramente que ambos virus se originaron en África, por lo que, para nosotros, era necesario estimar en qué momento las cepas del virus que circulan a día de hoy entre las poblaciones humanas abandonaron el continente africano", ha esplicado Forni.

Al igual que para otros virus pertenecientes a la familia Herpesviridae como, por ejemplo, la mononucleosis, los virus del herpes simple de tipo 1 y 2 son muy similares a los virus que infectan a los grances simios africanos. En muchos casos, estos virus han evolucionado juntos con sus propios "huéspedes" y han infectado otras especies desde que se originó en África.

ÁFRICA, EL CONTINENTE CON MÁS PREVALENCIA

Hasta la fecha, este es el continente donde hay más prevalencia de los virus 1 y 2 de herpes simple. Este dato alimentó la hipótesis de que las cepas que afectan a las poblaciones a día de hoy abandonaron África en tiempos muy antiguos. Así, se pensaba que esto coincidió con el mayor evento de emigración de África, que tuvo lugar hace alrededor de 60.000 años, y que llevó a los humanos a poblar otros territorios.

Recientemente, gracias al estudio de los virus encontrados en restos arqueológicos, "la comunidad científica tiene un conocimiento más aproximado de la velocidad a la cual las especies virales evolucionaron", ha expresado la coautora del estudio, Manuela Sironi. De esta forma, pueden usar métodos más precisos que permiten fechar los orígenes del virus y su dispersión. Con estas herramientas, estiman que las cepas del virus del herpes simple de tipo 1 salieron de África 5.000 años atrás. En cambio, calculan que el de tipo 2 salió de África más recientemente, concretamente alrededor del siglo XVIII.

Así, el resultado de la observación del virus de herpes simple de tipo 2 permite establecer una relación entre los datos epidemiológicos y el mayor evento histórico del continente, esto es, el apogeo de la trata transatlántica de esclavos. Así, en este siglo, millones de personas fueron deportados de África al continente americano. De hecho, esta podría ser la razón por la prevalencia del virus es más alta en este continente que en otros lugares y solo es superada por África.

Asimismo, el virus del herpes simple de tipo 2 probablemente no es el único patógeno que ha sido introducido en América como resultado de la esclavitud. De hecho, existen estudios previos que muestran que lo mismo ocurrió con el virus de la fiebre amarilla. Por razones climáticas, esta última permaneció confinada en áreas tropicales o subtropicales. El virus del herpes simple tipo 2, en cambio, no encontró barreras para la propagación planetaria actual.