Casi uno de cada tres ciudadanos de la UE disponen ya de su tarjeta sanitaria europea

Actualizado: miércoles, 25 noviembre 2009 14:40

La propuesta de directiva sobre asistencia sanitaria transfronteriza pretende clarificar la situación actual y unificar criterios y cartera de servicios

MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -

Unos 173 millones de ciudadanos europeos, casi uno de cada tres, disponen ya de su Tarjeta Sanitaria Europea (TSE), vigente desde 2004, que certifica el derecho de su titular a recibir las prestaciones sanitarias que sean necesarias desde un punto de vista médico durante una estancia temporal en cualquiera de los países integrantes de la Unión Europea, del Espacio Económico Europeo y Suiza, teniendo en cuenta la naturaleza de las prestaciones y la duración prevista de la estancia.

Así lo afirmó hoy el presidente de la Delegación para Asuntos Europeos e Internacionales del Consejo Nacional de Médicos de Francia, Francis Montané, durante el tercer Congreso de Europeo de 'Pacientes, Innovación y Tecnologías' que se está celebrando estos días en Madrid.

Según explicó este experto, los ciudadanos deben recibir esta atención "en igualdad de condiciones" que los ciudadanos del país al que se desplaza pero, en cambio, no es válida si el motivo por el que se desplaza es recibir un tratamiento médico específico. En estos casos, sólo podrán ser atendidos si la lista de espera en su país de afiliación es demasiado larga o no hay la especialidad necesaria, algo propio de estados pequeños como Luxemburgo.

Sin embargo, la falta de claridad en el derecho de un Estado Miembro a ser reembolsado tras ofrecer asistencia sanitaria a ciudadanos de otros países ha propiciado que la Comisión Europea haya elaborado una directiva europea, todavía en tramitación, con la que "se consolide y clarifique" la situación actual y, asimismo, unificar criterios de atención ambulatoria y hospitalaria.

Actualmente, el reembolso económico de la atención recibida se realiza según los precios fijados en el país de afiliación, lo que crea desigualdades ya que "el coste no es el mismo en unos países u otros" o, en algunas ocasiones, "ni siquiera ofrecen la prestación" que el paciente ha recibido en otro país. Del mismo modo, la necesidad de autorización previa también está retrasando la asistencia hospitalaria.

Además, con esta directiva se pretende favorecer la sanidad en línea a nivel europeo, mejorar los mecanismos para la información y asistencia a los enfermos y unificar un listado de especialidades médicas en toda la UE. Según advirtió Montané, sólo hay 17 de las 52 existentes que sean comunes en todos los Estados Miembro.

INFORMACIÓN DE CALIDAD

Del mismo modo, el miembro del Área de Información Médica de la Agencia Europea del Medicamento (EMEA, en sus siglas en inglés), Juan García Burgos, insistió en asegurar que el paciente recibe una información "de calidad y en igualdad de condiciones" en todos los países, para lo que "uno de los principales problemas es la existencia de 23 lenguas oficiales".

La tramitación está sufriendo algunas trabas por parte de algunos países, y Montané no confía en que ni en la actual presidencia sueca ni en las venideras de España y Bélgica reciba la aprobación definitiva. En el caso español, explicó que "existe miedo de recibir muchos enfermos" en lo que se conoce como turismo sanitario, explicó.