La atención médica urgente es fundamental para recuperar las capacidades cerebrales perdidas en accidentes de tráfico

ACCIDENTE CON DOS MUERTOS EN CABEZÓN DE LA SAL, CANTABRIA
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 6 julio 2015 4:10

MADRID, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -

En ocasiones los accidentes de tráfico tienen consecuencias graves para la salud como los traumatismos craneoencefálicos (TCE), y es fundamental la atención médica urgente en estos casos para recuperar las capacidades cerebrales perdidas.

A partir de ahí, "el pronóstico va a estar condicionado en gran medida por el tratamiento de rehabilitación, tanto por la calidad del mismo, como la intensidad y el momento de inicio", explica el director del Servicio de Neurorehabilitación y Daño Cerebral NISA, Joan Ferri.

"Las consecuencias clínicas de un TCE son diversas. Muy frecuentemente abarcan distintas esferas de la persona, como el intelecto, la movilidad o el carácter. Un correcto abordaje rehabilitador requiere un equipo de profesionales con experiencia y unos recursos especializados", agrega.

La médico rehabilitador del Servicio de Neurorehabilitación y Daño Cerebral NISA, Carolina Colomer, señala que "caminar parece un acto motor totalmente automático, pero es un proceso complejo. Después de una lesión del sistema nervioso la mejor forma de volver a aprender a caminar es caminando".

UN ROBOT PERMITE A LOS PACIENTES SU RECUPERACIÓN CAMINANDO

Según los expertos, el robot 'Lokomat Pro V6' es "uno de los recursos tecnológicamente más sofisticados que se emplean en Rehabilitación y facilita a los pacientes su recuperación caminando, ya que permite reproducir los movimientos de la marcha con una intensidad y un ritmo adecuados a cada paciente.

El robot consta de un tapiz de marcha rodante, un arnés que permite diferentes grados de soporte del peso corporal y unos brazos articulados o exoesqueletos que movilizan caderas y rodillas. Los movimientos están sincronizados con escenarios virtuales que "ayudan al aprendizaje y la motivación".

Gracias a una mayor concienciación y a mejores medidas de seguridad, las cifras recientes ofrecen datos positivos: reflejan una menor siniestralidad y consecuencias menos graves. Respecto al año anterior, en el 2013 ha habido un descenso del 13,3 por ciento en el número de fallecidos por accidente de tráfico en vías interurbanas. En total fallecieron 1.128 personas, 173 menos que en el 2012.

La evolución a lo largo de la última década también es positiva: En 2013 ha habido 2.865 muertos menos que en 2003, año en el que fallecieron 3.993 personas, lo que supone una reducción acumulada del 72 por ciento. Esta reducción también se produce en los heridos graves, pasando de los 19.493 en 2003 a los 5.206 en 2013.