Afganistán.- ONG y responsables sanitarios expresan su preocupación por la "ocupación" militar de centros sanitarios

Actualizado: martes, 8 septiembre 2009 18:30

MADRID, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -

Las ONG y los responsables sanitarios afganos han expresado su preocupación sobre lo que denominan la "ocupación" de los centros sanitarios, o de los antiguos centros, en diferentes partes de la provincia de Helmand, en el sur del país, por parte de las fuerzas afganas y de los Ejércitos extranjeros.

La ONG afgana Ibn-Sina, que proporciona servicios sanitarios en esta provincia golpeada por la insurgencia y trabaja estrechamente con el Ministerio de Sanidad y las agencias de la ONU, aseguró que las fuerzas estadounidenses han convertido tres Centros Sanitarios Básicos en Helmand en bases militares, aunque reconoció que sólo una estaba operativa al completo antes de que las fuerzas estadounidenses llegaran.

"Este centro en el distrito de Garmsir estaba operativo, pero no es funcional desde que las fuerzas estadounidenses lo ocuparon hace dos meses", afirmó una responsable de Ibn-Sina, Noor Jaled, en declaraciones a la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN. Noor afirmó que otra de las clínicas permanecía sin utilizar desde un año antes de que fuera tomada por las fuerzas estadounidenses.

Aún así, se están llevando a cabo esfuerzos para persuadir al Ejército estadounidense para que desaloje los edificios. "Les hemos enviado nuestras peticiones para que desalojen los edificios, y esperamos que lo hagan en un futuro próximo", señaló el director del departamento sanitario de Helmand, Enayatulá Ghafari.

Por otro lado, la ONG y el departamento de sanidad provincial expresaron su preocupación por la seguridad de los trabajadores sanitarios y de los pacientes en el "parcialmente ocupado" distrito de Nawa. "La presencia de fuerzas militares en un complejo médico dificulta claramente la seguridad de los trabajadores sanitarios civiles que trabajan allí", afirmó uno de los trabajadores.

Las fuerzas estadounidenses han negado categóricamente las acusaciones y han expresado su voluntad de ayudar a reconstruir y reabrir las clínicas en Helmand. "Ninguno de estos edificios ha sido utilizado como clínicas en el pasado reciente, ya que la mayor parte se cerró bajo el período talibán, no había médicos ni equipamiento en las instalaciones cuando los marines llegaron a la zona", afirmó un responsable de asuntos públicos con los marines estadounidenses, comandante Bill Pelletier.

Pelletier también señaló que dos de las clínicas habían sido utilizadas por la Policía afgana y el Ejército durante casi un año, y que el centro sanitario en Garmsir había sido ocupado y destruido por los insurgentes antes del control estadounidense.

"Durante una visita reciente a la instalación, uno de nuestros abogados militares aseguró que no había visto pruebas ni ninguna marca u otro tipo de indicación que permitiera saber que era un lugar protegido, ni tampoco estaba identificado como instalación médica", añadió Pelletier.

"Las fuerzas de seguridad afganas y los marines están preparados para recolocar sus puestos de control una vez que el Ministerio Público de Sanidad esté preparado para dar apoyo a estas instalaciones como clínicas", añadió.

CENTROS SANITARIOS INVIOLABLES

De acuerdo con el Derecho Humanitario, los centros sanitarios civiles deben ser protegidos de los ataques armados y de la ocupación de las fuerzas militares. Debido a la inseguridad y a la ausencia de actores independientes en el terreno, la agencia de la ONU señala la dificultad de verificar las declaraciones del Ejército estadounidense o del departamento de Sanidad de Helmand.

Mientras, el Comité Sueco para Afganistán (SCA), una ONG que trabaja en cuestiones de desarrollo, ha acusado a la Fuerza Militar Internacional en este país de asaltar un hospital en Shaniz, en la provincia de Wardak, el pasado 2 de septiembre en busca de insurgentes.

Esta ONG mantiene que los soldados rompieron puertas, las habitaciones fueron vaciadas y registradas, y cuatro empleados y dos familiares de enfermos fueron atados. Después de dos horas, los soldados se marcharon dejando órdenes al personal del hospital de que informara de cualquier paciente que pudiera ser un posible miliciano.

"Sencillamente no es aceptable, no es sólo una clara violación de los principios humanitarios reconocidos sobre la inviolabilidad de las instalaciones y del personal sanitarios en las zonas de conflicto, sino también una ruptura clara del acuerdo civil militar entre las ONG y la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF)", manifestó el director de esta ONG para Afganistán, Anders Fange, en un comunicado.