Acoso cibernético y la depresión

Acoso, niña, ordenador, estudiante.
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Actualizado: martes, 23 junio 2015 11:13

MADRID, 23 Jun. (INFOSALUS) -

Al menos un 95 por ciento de los adolescentes estadounidenses usan Internet y, de ellos, el 81 por ciento emplea las redes sociales; son estas interacciones digitales las que pueden ser arriesgadas para los menores, sobre todo si no existe un control adecuado ya que se abre la puerta a una factible situación de acoso.

El acoso cibernético, también conocido como cyberbullying, que se inicia y se mantiene 'on line', afecta a todas las facetas de la vida de los menores y provoca una patología muy compleja que, en ocasiones, deriva en una depresión. Esta es una de las conclusiones de estudio publicado este lunes en 'JAMA Pediatrics' que revela que parece haber una relación entre los niños y adolescentes que dicen ser víctimas de este acoso y los informes de depresión en una revisión de estudios de redes sociales, tan presentes en la vida de los jóvenes.

Michele P. Hamm, de la Universidad de Alberta, Canadá, y coautores revisaron 36 estudios para examinar los efectos relacionados con la salud del ciberacoso a través de las redes sociales entre niños y adolescentes. La mayoría de los estudios se realizaron en Estados Unidos y se incluyeron estudiantes de 12 y 18 años, principalmente mujeres. Facebook fue la plataforma más utilizada con entre un 89 por ciento y un 97,5 por ciento de los usuarios de medios sociales que indicaron que tenían una cuenta.

Los autores encontraron que el 23 por ciento fue el porcentaje medio de niños y adolescentes que aseguraron sufrir acoso cibernético, aunque los informes de su prevalencia oscilaron entre el 4,8 por ciento y el 73,5 por ciento. La razón más común de la intimidación digital fueron problemas de relación, con las niñas siendo más a menudo las destinatarias de la intimidación.

La revisión de los estudios también reveló que el acoso cibernético se asoció consistentemente con una mayor probabilidad de depresión. Algunos estudios reportaron correlaciones débiles o inconsistentes entre el acoso cibernético y la ansiedad, según los resultados.

Las plataformas de medios sociales comunes para el ciberacoso incluyen blogs, Twitter, sitios de redes sociales y foros de mensajes, con insultos, difusión de chismes y rumores y la circulación de imágenes como formas comunes de intimidación. Las estrategias de los niños y adolescentes más comunes para hacer frente a la intimidación cibernética eran pasivas, como bloquear al remitente, ignorarlo o evitar sus mensajes, así como proteger los datos personales. Los niños y adolescentes también tendían a creer que se podía hacer poco para prevenir o reducir el acoso cibernético.

Los autores señalan que hubo variaciones considerables en las definiciones, las medidas utilizadas y los resultados citados a través de los 36 estudios que incluyeron en su revisión. "La evolución de las redes sociales ha creado un mundo en línea que tiene beneficios y daños potenciales para los niños y adolescentes. El acoso cibernético se ha convertido en una preocupación principal en términos de seguridad y, mientras que las publicaciones no son concluyentes en cuanto a sus efectos sobre la salud mental, hay una cierta evidencia que sugiere que hay asociaciones de daños con la exposición al ciberacoso, así como el comportamiento de acoso cibernético", dicen.