Hasta un 70% de los pacientes con dolor neuropático no consigue un control completo del dolor

Dolor, hombre
PIXABAY/GERALT
Actualizado: miércoles, 21 diciembre 2016 13:44

   MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -

   El dolor neuropático representa ya el 25 por ciento de las consultas por dolor que se producen en los centros de salud, según datos manejados por la Sociedad Española de Neurología (SEN), que alerta de que entre el 40 y el 70 por ciento de los pacientes no consigue controlarlo por completo.

   La prevalencia del dolor crónico podría llegar al 11 por ciento de la población española, de los cuales un 47 por ciento padece dolor diariamente. Como mínimo, en España existen entre 300.000 y 600.000 pacientes, aunque algunos estudios señalan que alrededor del 6-8% de la población podría presentar alguna forma de dolor neuropático, lo que significaría unos tres millones de afectados en España.

   Estos son algunos de los datos dados a conocer con motivo del Día Mundial Contra el Dolor, que se celebra este lunes 17 de octubre, y que tiene como objetivo de concienciar sobre la necesidad de buscar nuevas fórmulas para evitar el sufrimiento físico de las personas que padecen dolor.

   "El dolor neuropático se considera como uno de los peores dolores, no solo por la dificultad del tratamiento, debido a su enorme complejidad fisiopatológica, sino también por la forma tan intensa en la que lo experimentan los pacientes y que conduce a una pérdida de calidad de vida y a una limitación funcional acusada a lo largo del tiempo", señala el doctor José María Gómez Argüelles, coordinador del Grupo de Estudio de Dolor Neuropático de la Sociedad Española de Neurología.

   Actualmente, el 50 por ciento de los pacientes consigue reducir casi un 30-40 por ciento su dolor; sin embargo, entre un 40-70 por ciento de los pacientes con dolor neuropático aún no han conseguido un control completo del dolor.

   "Aunque en los últimos años se está produciendo un gran avance en el conocimiento de la fisiopatología del dolor neuropático y se están desarrollando nuevas moléculas más específicas para el tratamiento de esta entidad, actualmente, el dolor neuropático crónico constituye un reto diagnóstico y terapéutico para toda la comunidad médica", ha añadido.

¿QUÉ ES EL DOLOR NEUROPÁTICO?

El dolor neuropático es una afección neurológica que aparece como consecuencia de alteraciones del sistema nervioso, periférico o central, producido por una lesión en el sistema nervioso o por un mal funcionamiento de éste. Aunque los síntomas del dolor neuropático son muy variables, es común experimentar falta de sensibilidad junto con síntomas dolorosos similares a una sensación de corriente eléctrica o quemazón o hipersensibilidad dolorosa que hace que los pacientes sientan dolor ante estímulos como una caricia o el roce de cualquier objeto.

   Esto hace que el 85 por ciento de los pacientes presenten un deterioro significativo en su calidad de vida, además de otras patologías asociadas como trastornos del sueño (65%), ansiedad (63%), depresión (56%), o falta de energía (55%), y que motiva una alta demanda de consultas médicas.

    "El dolor neuropático es uno de los tipos de dolor más complejo, porque engloba diferentes etiologías, mecanismos fisiopatológicos y manifestaciones clínicas. Esto hace que, en muchas ocasiones, los pacientes no reciban un diagnóstico ni un tratamiento terapéutico adecuado o que estén esperando a que se consiga identificar el fármaco y la dosis adecuada"

    En la actualidad, "el cuadro de dolor neuropático dura más de 12 meses en más del 65 por ciento de los pacientes", explica Gómez Argüelles, quien recuerda que, "además, a diferencia de otros tipos de dolor, el neuropático no responde a los fármacos más comúnmente utilizados para el tratamiento del dolor".

   Aunque el tratamiento de los pacientes con dolor neuropático ha evolucionado sustancialmente en los últimos años gracias a anestésicos y derivados opioides, unidos a otro tipo de terapias no farmacológicas, o a medidas intervencionistas para casos muy seleccionados, como la radiofrecuencia o los bloqueos nerviosos, los resultados sobre su efectividad aún son pobres.