Varios hospitales españoles participan en un registro sobre prematuros tardíos para unificar criterios de seguimiento

Enfermeras de Neonatología tratan a un bebé prematuro en una incubadora
EUROPA PRESS/HOSPITAL REGIONAL DE MÁLAGA
Actualizado: miércoles, 19 octubre 2011 17:05

SEVILLA, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los hospitales Punta de Europa de Algeciras (Cádiz), Parla (Madrid), Barbastro (Huesca) y de Mérida están participando en un registro sobre prematuros tardíos, aquellos que nacen entre la 34 y la 37 semana, al objeto de unificar criterios en el seguimiento de los niños hasta que cumplen su primer año.

La iniciativa, que lleva por nombre Proyecto y de la que también se ha hecho eco la Sociedad Española de Neonatología, se está llevando a cabo de forma 'on line' para recabar los datos de este tipo de pacientes que, pese a tener un peso y talla similares a los niños nacidos a término, pueden presentar graves problemas de salud debido a un menor desarrollo.

Aunque ha habido numerosos avances tecnológicos en el manejo de los prematuros, los mismos se han centrado tradicionalmente en los que nacían con menos de 32 semanas, según ha explicado al respecto la pediatra Ana Jiménez, representante del centro gaditano en este proyecto, quien ha subrayado que los niños que nacen entre las semanas 34 y 37 también pueden presentar graves secuelas.

De hecho, la SEN acaba de crear un grupo de trabajo --a finales de septiembre tuvo lugar la primera reunión-- para promover el desarrollo de un registro nacional al que podrán sumarse todos los especialistas que lo deseen.

En el Hospital Punta de Europa se potencia en estos bebés el llamado 'método canguro', que consiste en hacer contacto piel con piel entre la madre y el recién nacido todo el tiempo posible, ya que los especialistas ya han demostrado que los niños se estabilizan mejor de esta forma que cuando están en la incubadora. Además, también mejoran su estabilidad respiratoria y de temperatura corporal, al tiempo que se favorece la lactancia materna.

Un prematuro tardío tienen una tasa de morbimortalidad significativamente mayor que los recién nacidos a término, presentando además una mayor incidencia de problemas respiratorios, inestabilidad térmica, hipoglucemia y dificultades en la alimentación, de ahí la importancia de establecer mecanismos que ayuden a su mejor desarrollo.