BARCELONA, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las consultas sobre eyaculación precoz, entendida como aquella que se prolonga durante menos de un minuto desde el inicio de la penetración, se han triplicado en los últimos cinco años, fruto de una mentalidad más abierta en la sociedad y el descubrimiento de nuevos métodos que mejoran la calidad de las relaciones sexuales.
El doctor del Servicio de Andrología de la Fundación Puigvert, Antonio Fernández, explicó este jueves en rueda de prensa, con motivo de la celebración de unas jornadas sobre la materia en la clínica barcelonesa, que se calcula que cerca del 21 por ciento de los hombres españoles sufren algún tipo de disfunción relacionada con esta patología.
En la Fundación Puigvert, una clínica especializada en urología, nefrología y andrología, recibieron 1.350 consultas relacionadas con la eyaculación precoz en 2008, un 60 por ciento más que durante el año anterior. A pesar de ello, no todos los casos estaban relacionadas con un trastorno real, puesto que a veces también acuden pacientes con expectativas irreales que quieren conseguir "coitos interminables", explicó Fernández.
El experto indicó que actualmente existen tratamiento "más efectivos", aquellos que combinan un abordaje psicológico con un tratamiento farmacológico, y que ello contribuye a que entre el 75 y el 80 por ciento de los pacientes que se tratan mejoren la calidad de sus relaciones sexuales.
Entre aquellos pacientes que solo reciben tratamiento farmacológico, el índice de recuperación se sitúa en el 60 por ciento, pero Fernández indica que, en estos casos, el problema se centra en que los hombres se vuelven dependientes de estas medicinas, y cuando las abandonan suelen recaer en sus problemas previos.
La clave se encuentra pues en "cambiar la forma de abordar la relación sexual", puesto que la eyaculación precoz es una patología que afecta a los dos miembros de la pareja y, de hecho, el cambio del rol femenino --de sujeto pasivo a demandante de relaciones sexuales satisfactorias y no solo reproductivas-- ha contribuido a hacer más visible esta problemática.
Del total de eyaculadores prematuros, un 30 por ciento de la población masculina occidental, se calcula que el 89 por ciento llegan al orgasmo antes de la penetración o durante el primer minuto de la misma, mientras que el 11 por ciento restante no sobrepasa los dos minutos.
A pesar de ello, "la cuestión del tiempo es relativamente importante" para los especialistas, explicó Fernández, ya que aunque los pacientes lo consideran primordial, "la satisfacción sexual no depende exclusivamente del tiempo".
Dentro de los hombres que sufren esta patología --los especialistas prefieren este término antes que "enfermedad"--, existe un grupo que incorpora factores biológicos como desencadenantes, y por tanto no solo psicológicos o sociales. Un estudio presentado en Holanda a principios de 2009 así lo evidenció, y para ellos encontrar una solución es más complicado. El tratamiento, en estos casos, se centra en prolongar la erección más allá de la eyaculación.
En cualquier caso, los 90 especialistas españoles reunidos hoy en la Puigvert, tiene claro que en un "futuro próximo" existirán más fármacos que contribuyan a la solución de la eyaculación prematura.
En cambio, las medicinas no serán suficientes para superar los miedos y la vergüenza ante la incapacidad de cumplir las expectativas sociales asociadas a patrones que presuponen la existencia de hombres viriles con un comportamiento sexual muy potente.
