Un tratamiento con quimioterapia retrasa la recurrencia del cáncer de páncreas

Actualizado: miércoles, 17 enero 2007 17:50


MADRID, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -

El uso del fármaco gemcitabina para la quimioterapia retrasa de forma significativa la recurrencia del cáncer pancreático en pacientes a los que se ha extirpado el tumor en comparación con la ausencia de un tratamiento de quimioterapia, según un estudio de la Facultad de Ciencias Médicas de Universidad Humbolt Berlín (Charité) en Alemania que se publica en la revista 'Journal of the American Medical Association' (JAMA).

Los científicos, en un estudio denominado CONKO-001, compararon el uso del fármaco gemcitabina con la no aplicación de una terapia farmacológica contra el cáncer en 368 pacientes que habían pasado por una extirpación de parte del páncreas. El estudio, realizado entre 1988 y 2004, se llevó a cabo en 88 centros oncológicos alemanes y austriacos. Los pacientes recibieron quimioterapia con gemcitabina o ningún tipo de fármaco quimioterápico.

Con un punto medio de seguimiento de unos 4,5 años, el cáncer recurrente se desarrolló en el 74,3 por ciento del grupo de gemcitabina y en el 92 por ciento del grupo control. La media estimada de supervivencia sin la enfermedad fue de 13,4 meses en el grupo de gemcitabina en comparación con los 6,9 meses del grupo control. La supervivencia sin la enfermedad de entre tres a cinco años fue del 23,5 por ciento y del 16,5 por ciento en el grupo con quimioterapia, y del 7,5 y el 5,5 por ciento en el grupo control respectivamente. En lo que se refiere a la supervivencia global no hubo diferencias entre ambos grupos.

Según los investigadores, los resultados de CONKO-001 indican que el tratamiento con gemcitabina posee una reducida toxicidad que no afecta a la calidad de vida y ofrece quizás la mejor oportunidad de prolongar la supervivencia libre de la enfermedad en pacientes que han pasado por la extirpación de parte del páncreas debido al cáncer.

Se estima que en todo el mundo se dan 232.000 nuevos casos al año de este tipo de cáncer, uno de los más malignos y letales. La incidencia de mortalidad asciende al 98 por ciento de estos casos. La única opción de cura la constituye la cirugía, aunque el pronóstico continúa siendo pobre.