MADRID, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
Son ya innumerables las ciudades españolas donde se competirá el próximo viernes en una pintoresca y, para las autoridades, más que preocupante disputa para ver cuál de ellas congrega el botellón más multitudinario. La convocatoria inicial, en Sevilla, ya tradicional, se ha extendido como la pólvora por otras ciudades donde ahora quieren hacerle sombra. Hasta el punto de que el tema ha adquirido tintes políticos. La ministra de Sanidad, Elena Salgado, anunció hoy que espera poder reunirse la semana próxima con la Federación Española de Municipios y Provincias para tomar medidas que disuadan que, al menos, los adolescentes acudan a estas concentraciones.
Mensajes como "¿van a salir los sevillanos en la tele y nosotros no?" o "si en Sevilla fueron 5.000, nosotros seremos más", circulan por Internet y SMS en toda España en múltiples convocatorias locales para el próximo viernes que, desde que se conocen, han desatado la voz de alarma entre las autoridades.
La cuestión no es baladí puesto que se espera que "miles" de jóvenes se concentren para beber, y hacer ruido y amontonar basura, orines y vomitonas en Barcelona, Madrid, Ciudad Real, Vigo, Sevilla, Almería, Oviedo, Zaragoza, Murcia, Jaén, Albacete, Córdoba y Málaga, entre otras capitales. España unida por una gigante borrachera mientras las autoridades se preguntan qué pueden hacer.
Aunque la ministra de Sanidad ha anunciado que la semana que viene espera reunirse con la FEMP, de momento parece que esta convocatoria no es posible frenarla y las autoridades locales tendrán que echar mano de las exiguos mecanismos que tienen -las que los tienen-. Así por ejemplo, Madrid y Extremadura tienen leyes autonómicas con las que prohibir el consumo de alcohol en la calle.
Sin embargo, otros como los andaluces se mueven en un gran vacío legal y se limitan a procurar que la repercusión de estas multitudinarias concentraciones sea lo más leve posible. Así por ejemplo en Almería se pondrán más controles de alcoholemia, aunque también se sacará a la calle una UVI móvil, se instalarán aseos públicos y se pondrán más contenedores.
En la comunidad andaluza de hecho hay un intenso debate sobre la cuestión, que, cual botella, se están lanzando entre sí los políticos. El PP exigió hoy a Manuel Chaves que no se esconda y dé la cara ante el problema. El secretario general del PP-A, Juan Ignacio Zoido, que aunque su partido no es partidario de prohibir las concentraciones de jóvenes en la calle, sí quieren tomar medidas que permitan conciliar el derecho al ocio con el derecho al descanso y la tranquilidad que tienen los ciudadanos.
Zoido, tras denunciar el "fracaso absoluto" del conocido como 'Pacto por la noche' pidió alternativas para los jóvenes. En su opinión la solución a este tipo de concentraciones debe venir por las medidas preventivas ya que se plantean riesgos muy importantes ante la ausencia de condiciones higiénico-sanitaria o de vigilancia suficiente.
BALONES FUERA
Ante estas declaraciones, el secretario de organización del PSOE-A, Luis Pizarro, criticó la irresponsabilidad de los alcaldes del PP por usar como tema de confrontación un asunto que preocupa a la sociedad; una actitud que -dijo- "pagarán".
La consejera de Gobernación, Evangelina Naranjo, recordó que la Fiscalía ya ha dicho que no se pueden prohibir estas celebraciones y subrayó que la Junta no ha echado balones fuera sino que ha asumido el compromiso de aprobar una ley valiente y comprometida que se tramitará "por la vía de urgencia".
Así las cosas, a la ministra de Sanidad lo que le preocupa es la repercusión de este abuso de ingesta de alcohol en la salud de los adolescentes. "Esto se está viendo como un problema de orden público aunque es muy grave que los adolescentes tengan que ser conducidos a centros sanitarios por estar cerca de un coma etílico tras participar en una de estas convocatorias", argumentó.
Salgado recordó que aunque el consumo de alcohol es perfectamente legal en España, no lo es su venta y entrega a los adolescentes que, "si participan en en esas convocatorias, han tenido que recibir ese alcohol por parte de algún establecimiento". Su objetivo es que, ya que esto está en marcha, al menos preservar la salud de los adolescentes, mucho más vulnerables a estas sustancias.
