Reino Unido conocerá esta semana los resultados de una revisión de la seguridad de los implantes mamarios

Actualizado: miércoles, 4 enero 2012 12:13

Por ahora su consejo es no retirar de forma rutinaria las prótesis de esta marca francesa, por no existir aún evidencias científicas de un riesgo para la salud


LONDRES, 4 Ene. (Reuters/EP) -

Reino Unido espera conocer esta semana los resultados de una revisión de la seguridad de los implantes mamarios, iniciativa que se tomó tras la alarma generada alrededor de las prótesis de la compañía francesa Poly Implant Prothèse (PIP). Así lo ha anunciado este miércoles el ministro británico de Sanidad, Andrew Lansley.

El Gobierno de este país mantiene su recomendación de no retirar los implantes de la marca PIP de forma rutinaria por no ser necesario, en contra de lo que ha decidido el Gobierno francés, que ha recomendado su retirada en todos los casos.

Según Lansley, las autoridades sanitarias británicas están preocupadas por la calidad de los datos suministrados por las clínicas privadas y los proveedores de asistencia sanitaria. Sin embargo, estos expertos darán un consejo definitivo al final de esta semana a las cerca de 40.000 mujeres británicas con estos implantes.

"En base a las evidencias y a los datos disponibles, su consejo sigue siendo que no hay motivo para la retirada rutinaria de estos implantes porque no existe una preocupación sobre su seguridad que pueda justificar el riesgo de una operación quirúrgica", ha manifestado en declaraciones a la 'BBC radio'.

"No existen evidencias de un vínculo con el cáncer, los test de toxicidad han demostrado, para satisfacción del regulador, que el relleno con este material no es tóxico", asevera.

El Gobierno francés ha aconsejado a las 30.000 francesas que llevan implantes mamarios de la compañía ahora desaparecida PIP que se los quiten por existir preocupación ante la posibilidad de que puedan romperse.

PIP, la empresa que una vez fuera la tercera mayor compañía de implantes de mama a nivel mundial, se declaró en bancarrota en 2010 después de que una investigación oficial demostrar que estaba utilizando en algunos de sus productos silicona más barata que no contaba con la aprobación para su uso a nivel industrial.