La presión sanguínea elevada durante las horas de sueño aumenta el riesgo de fallo cardiaco congestivo

Actualizado: miércoles, 28 junio 2006 1:15


MADRID, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -

Una presión sanguínea relativamente elevada durante la noche podría aumentar el riesgo de fallo cardiaco congestivo, según un estudio de la Universidad de Uppsala (Suecia) que se publica en la revista 'Journal of the American Medical Association' (JAMA).

Los expertos explican que el fallo cardiaco congestivo es una de las causas más comunes, costosas, discapacitantes y mortales. Una vez que se ha diagnosticado, los pacientes tienen una entre tres posibilidades de morir en un año y dos de tres posibilidades de que su muerte se produzca en cinco años. La tasa de mortalidad asociada con esta afección sugiera la de la mayoría de cánceres, aunque informes recientes sugieren una mejoría en el pronóstico.

Los científicos analizaron las características de la presión sanguínea de 951 hombres de edad avanzada sin fallo cardiaco congestivo, enfermedad valvular e hipertrofia ventricular izquierda entre 1990 y 1995. Los participantes fueron seguidos hasta el final del año 2002. Se controló la presión sanguínea durante 24 horas a nivel ambulatorio y las variables de estas medidas fueron analizadas como predictores de un fallo congestivo posterior.

Setenta hombres desarrollaron fallo cardiaco durante el seguimiento. En análisis ajustados al tratamiento antihipertensivo y los factores de riesgo establecidos para el fallo cardiaco congestivo (ataque cardiaco, diabetes, tabaquismo, índice de masa corporal y nivel de colesterol en suero), un aumento de 9 mm/Hg en la presión sanguínea diastólica ambulatoria durante las horas de sueño y la presencia de presión sanguínea no descendente, la presión que es al menos tan alta durante la noche como durante el día, estuvo asociado con un mayor riesgo de fallo cardiaco congestivo.

La presión sanguínea diastólica ambulatoria tomada durante las horas de sueño y la ausencia de descenso fueron predictores significativos de fallo cardiaco congestivo después de la exclusión de todos los participantes que tuvieron un ataque cardiaco antes del registro inicial o durante el seguimiento.

Además, un patrón de presión sanguínea nocturna no descendente aumentó el riesgo de fallo cardiaco congestivo. Esto indica que los patrones nocturnos de presión sanguínea podrían ser importantes en el desarrollo de fallo cardiaco congestivo y que una medida convencional de la presión sanguínea no registra el mayor riesgo que supone una mayor presión sanguínea nocturna.