La Policía de Papúa Nueva Guinea investiga las denuncias de que enfermos de sida están siendo enterrados vivos

Actualizado: martes, 28 agosto 2007 20:33


PUERTO MORESBY (PAPÚA NUEVA GUINEA), 28 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Policía y trabajadores sanitarios de Papúa Nueva Guinea están investigando las denuncias todavía no verificadas de una mujer infectada con el VIH de que la población con sida está siendo enterrada viva por sus familiares porque éstos no pueden cuidar de ellos y tienen miedo al contagio.

Margaret Marabe, quien afirma que pasó cinco meses trabajando en una campaña de prevención de la enfermedad en áreas montañosas del país con la ONG Vivir con VIH, aseguró haber visto cómo los nativos de la zona enterraban vivos a sus familiares con sida.

"Vi a tres personas con mis propios ojos", explicó Marabe al diario 'Post Courier'. "Cuando se ponen muy enfermos y la gente no puede cuidarles, les entierran", indicó.

Por ello, el director del Consejo Nacional sobre Sida de Papúa Nueva Guinea, Romanus Pakure, anunció hoy que la Policía y las autoridades sanitarias están enviando personal a las zonas denunciadas por Marabe para realizar una investigación.

Sin embargo, Pakure se preguntó por qué la cooperante no había acudido a la Policía antes de contar su historia a los medios de comunicación. "No nos gusta que esto se haya revelado así", añadió, al tiempo que reconoció que la educación sobre esta enfermedad en el campo es bastante escasa.

No obstante, resaltó que en el pasado también se han hecho denuncias similares sobre asesinatos relacionados con el sida, pero que ninguna fue verificada. "Hubo informaciones, quizá entre cinco y diez, hace años de gente que estaba siendo enterrada viva. También hubo informaciones de gente que estaba siendo tirada al río o quemada viva", señaló Pakure.

Por su parte, la portavoz de la organización Vivir con VIH, Anne McPherson, manifestó que no había oído hablar de las denuncias de Marabe antes de que aparecieran en el citado periódico.

Papúa Nueva Guinea, que comparte una isla con la provincia indonesia de Papúa, al norte de Australia, es uno de los países más afectados por el sida de la región Asia-Pacífico. Las autoridades estiman que la tasa de infección per cápita en los adultos se sitúa entre el 1,28 y el 2 por ciento, y han alertado de que las zonas más apartadas se enfrentan a tasas del 30 por ciento.