Los pediatras alertan: cuidado con dejar a los niños dentro de un coche aparcado al sol en verano

Coche aparcado, niño
Foto: MARTINGARRI/FLIKR
Actualizado: viernes, 20 junio 2014 17:30

MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -

   La llegada del verano conlleva un aumento de los desplazamientos en coche y, al tiempo, llegan el fuerte calor y las vacaciones escolares. Una combinación que en ocasiones tiene un desenlace trágico cuando de forma accidental niños quedan olvidados en vehículos aparcados al sol, cerrados y sin ventilación, y mueren deshidratados.

   Todos los años ocurren muertes accidentales de este tipo. De hecho, en Estados Unidos mueren 38 niños cada año por esta causa. Estas trágicas noticias sorprenden pero, según advierten los pediatras, cada vez son más frecuentes. La prevención es el único arma para hacer frente a situaciones tan dramáticas.

   Según explican fuentes de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPAP), en la mayoría de las ocasiones se trata de niños menores de dos años, atados en la silla de seguridad del asiento trasero del automóvil.

   Estos especialistas reconocen que, "incluso los padres más preocupados pueden tener momentos de distracción respecto a los hijos, sobre todo cuando son muy pequeños, por el estrés que afrontan ( conciliación de la vida laboral y familiar, pocas horas de sueño...). No hay un perfil típico de los familiares que se olvidan de sus hijos, algo que sucede a personas de todos los niveles socioeconómicos y educativos  --añaden--. Ocasionalmente se trata de travesuras de los menores, que sin supervisión, y con el objetivo de imitar a sus progenitores, "juegan a conducir", y se quedan encerrados".

   En condiciones normales la temperatura corporal se mantiene entre 36º o 37ºC, independientemente de la temperatura exterior. Los mecanismos encargados de la regulación de la temperatura corporal en los niños menores de cinco años, no son tan eficaces como en los adultos, por tres motivos principales: tienen proporcionalmente más superficie corporal(acumulan más calor), su cuerpo contiene más agua y tienen menos autonomía para beber (se deshidratan fácilmente). Todo esto contribuye a un mayor riesgo para desarrollar un golpe de calor en un corto periodo de tiempo, y más grave que en el adulto, pudiendo producir la muerte en poco tiempo.

   Incluso a temperaturas ambientales relativamente frescas, el aumento de la temperatura en los vehículos es significativo en días claros y soleados y pone a los menores en riesgo. Los vehículos se calientan rápidamente, dentro de los primeros 15 a 30 minutos.

   Por ejemplo, un día de 36ºC ambiente, un coche con puertas y ventanas cerradas, aumenta hasta los 67ºC en 15 minutos. Con las ventanillas bajadas 5 centímetros, se alcanza una temperatura interior de 50ºC. Así, Un niño en el interior de un coche aparcado al sol en verano y sin ventilación puede alcanzar los 42 ó 43 grados de temperatura corporal y morir en el plazo de 30 a 60.

   Los síntomas son de un golpe de calor son respiración rápida, aumento de la frecuencia cardíaca, fiebre, piel muy caliente(con o sin sudor), sed intensa, dolor de cabeza, irritabilidad, vómitos, decaimiento y disminución del nivel de conciencia incluso con convulsiones.

CÓMO ACTUAR

   Los pediatras recuerdan que en estos casos se debe actuar de inmediato, llamando a los servicios de emergencias, ya que el pronóstico depende de la rapidez de actuación. Mientras llegan las asistencias los pasos a seguir recomendados son:

   1. Intentar abrir el automóvil manteniendo la seguridad del menor, por ejemplo rompiendo el cristal de una ventanilla alejada.

   2. Antes de trasladarlo a un centro hospitalario es necesario enfriar el cuerpo, trasladando al niño a la sombra o a una zona más fresca, sumergiéndolo en agua tibia, aplicando paños o toallitas mojadas en la cabeza y en el resto del cuerpo; estos paños mojados deben cambiarse cada poco tiempo, por otros frescos, porque rápidamente se calientan. Si es posible, utilizar un ventilador que aumente el efecto refrigerador.

   3. Elevar la cabeza del niño y si está consciente, ofrecer líquidos, preferentemente con sales, por ejemplo solución de rehidratación oral, que deben ofrecerse pequeñas cantidades con frecuencia.

   No obstante, esta situación se puede evitar con una serie de medidas de precación. En este sentido, los pediatras recomiendan mantener los coches cerrados y con las llaves fuera del alcance de los niños y evitar dejar a menores cerrados en un lugar soleado dentro del automóvil sin supervisión. En algunos países, incluso, recuerdan que es ilegal dejar a un niño sin cuidado dentro de un automóvil más de 15 minutos.

   Asimismo, proponen trabajar con los fabricantes automóviles y de asientos de seguridad para mejorar la seguridad y elaborar campañas de publicidad anuales.