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LOVE KRITTAYA/WIKIMEDIA
Actualizado: viernes, 23 marzo 2012 15:29

MADRID, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda preparar a los niños unos días antes de producirse el cambio de hora para que se puedan adaptar "lenta y progresivamente" al nuevo horario, que suele generar, especialmente en este colectivo problemas de sueño, cansancio y falta de atención en un grado más pronunciado.

De esta manera, aconseja adelantar aproximadamente 15 minutos la hora de comer y estudiar así como el momento de acostarse y levantarse. Se trata de evitar o de suavizar síntomas como "problemas de atención, irritabilidad, enfados, cansancio y desánimo", señala el doctor Gonzalo Pin, coordinador del Grupo de Sueño de la AEP.

Este representante advierte además que los menores obligados a acostarse más temprano pueden manifestar problemas para conciliar el sueño por la presencia de luz solar, lo que ocasiona un déficit de horas de sueño y, a su vez, influye negativamente en el aprovechamiento escolar, en la puntualidad, asistencia y en el nivel de atención.

En general, los síntomas ante el cambio de hora varían de una persona a otra al igual que el tiempo que se puede tardar en adaptarse, precisa el neurólogo del Hospital USP San Camilo de Madrid, el doctor Antonio Yusta Izquierdo, quien considera que, de no lograse la adaptación en diez días como máximo, es aconsejable acudir a la consulta del especialista.

Yusta Izquierdo concreta que, con el cambio de hora, se alteran los ritmos, por lo que se pueden tener dificultades para conciliar el sueño y para despertarse, especialmente en personas que toman ansiolíticos o antidepresivos, ya que repercuten en el funcionamiento cerebral, en el ciclo biológico vigilia-sueño y en la estructura del sueño.

Con todo, los expertos aconsejan mantener fijas las horas de descanso nocturno y evitar siestas prolongadas; hidratarse bien; no ingerir bebidas estimulantes a partir de ciertas horas del día, y no irse a la cama con la sensación de hambre o habiendo comido en exceso.

Tampoco, realizar actividades físicas o intelectuales intensas en las horas previas a acostarse, ya que el cansancio excesivo provoca insomnio; no exponerse a luz brillante antes de irse a la cama y evitar la automedicación.