GINEBRA, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) denunció hoy la difícil situación que vive la población civil en Irak, un país que además sufrir una escalada de violencia y un problema de inseguridad generalizada, se está quedando sin profesionales sanitarios y debe aguantar ahora la creciente presión que ejercen aquellas personas que se ven obligadas a abandonar sus hogares en busca de un lugar seguro y que carecen de atención sanitaria tanto dentro como fuera de Irak.
Este es el principal mensaje a destacar por la OMS en la conferencia internacional que desarrollará entre hoy y mañana en Ginebra bajo el título 'Dirigiendo las Necesidades Humanitarias de los Refugiados y Desplazados Internacionales dentro de Irak y en los Países Vecinos', según informó hoy la organización en un comunicado.
La organización asegura que el año pasado, unas 100 personas fueron asesinadas y otras tantas heridas de gravedad por disparos de pistolas, metralletas y en explosiones. Como la violencia continúa, son cada vez mayores las necesidades a cubrir en el sistema de salud pública que en la actualidad, se encuentra ya seriamente mermado. "A causa de este terrible contexto, está muriendo gente", alerta la OMS.
"El Gobierno calcula que casi el 70% de los pacientes en estado crítico tras ser heridos con armas muere porque en las unidades de urgencias y cuidados intensivos hay escasez de personal sanitario competente, medicamentos e instrumental", explicó la organización.
Asimismo, la OMS mostró su preocupación ante el problema de los refugiados y desplazados en Irak, un grupo de personas que cada vez es más numeroso y que carece de acceso a los servicios sanitarios "tanto dentro como fuera de su país", una situación que a juicio de esta organización, continuará agravándose a medida que aumente el número de personas que abandonan su hogar huyendo de la violencia.
UNOS 4 MILLONES DE IRAQUÍES DEJAN SU HOGAR
Según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR, por sus siglas en inglés), unos dos millones de iraquíes se han convertido en desplazados dentro de su propio territorio y cerca de otros dos millones han decidido dejar el país para vivir en estados vecinos, sobre todo en Siria y Jordania.
La situación sanitaria de la población en general es "pobre", ya que el 80% de estas personas carecen de servicios sanitarios básicos, el 70% carece de acceso regular a agua potable y solo el 60% pueden acceder al sistema público de distribución de alimentos.
En estas circunstancias, son constantes las diarreas, las infecciones respiratorias y los elevados niveles de malnutrición, causa de mortalidad de dos de cada tres niños menores de cinco años. La malnutrición infantil crónica es del 21%, según datos de 2006 conseguidos por Unicef sobre el país. Además, crece el riesgo de que vuelva la polio, erradicada del país durante seis años consecutivos.
En la actualidad, la OMS trabaja en Irak para respaldar a las autoridades sanitarias locales y a las organizaciones de la sociedad civil para restaurar los servicios sanitarios del sistema público y mejorar la cobertura de las urgencias en los hospitales. Para esta organización, una de las claves para enfrentar estos problemas es dotar al país de medicinas, personal sanitario e instrumental.
Según el doctor Hussein Gezairy, responsable de la OMS en la región, seguirán respaldando a Irak en esta tarea "y ayudando también al resto de países de la zona a mejorar sus sistemas sanitarios".
