El número de niños obesos en la UE aumenta a un ritmo de 400.000 al año

Actualizado: viernes, 12 mayo 2006 21:01


BRUSELAS, 12 May. (EUROPA PRESS) -

El número de niños obesos en la Unión Europea aumenta a un ritmo de 400.000 al año mientras que, en el conjunto de la población comunitaria, 204 millones de personas tienen sobrepeso y 61,4 millones pueden considerarse obesas, según dijo hoy el comisario de Salud y Protección de los Consumidores, Markos Kyprianou. La obesidad representa hasta un 7 por ciento del gasto sanitario de los Veinticinco.

El comisario adelantó estas cifras tras participar en una conferencia con representantes de la industria alimentaria, de bebidas, consumidores y expertos en salud de la Unión Europea y Estados Unidos para intercambiar buenas prácticas sobre cómo luchar contra la obesidad.

El viceministro de sanidad y servicios sociales norteamericano, Alex Azar, subrayó por su parte que el 20 por ciento de los niños americanos sufren de sobrepeso. La obesidad afecta a dos de cada tres estadounidenses siendo la causante de la mayoría de enfermedades crónicas que sufren los ciudadanos del país.

Estas enfermedades relacionadas con el sobrepeso representan un 75 por ciento del coste de la asistencia sanitaria de Estados Unidos. En concreto, la factura de la diabetes asciende a 132 millones de dólares; la de la obesidad, a 117 millones de dólares; y la de las enfermedades cardiovasculares, a 351 millones de dólares. A nivel individual, los gastos médicos anuales de un adulto norteamericano obeso son un 37 por ciento superiores a los de una persona de peso normal.

"Las iniciativas dirigidas a luchar contra la obesidad entre los jóvenes tienen que tomarse desde todos los niveles y teniendo en cuenta a todos los actores implicados: los colegios, las familias, la sociedad, las autoridades públicas y sanitarias, así como las industrias de alimentación y de bebidas" señaló Kyprianou. "Antes la gente tenía miedo de morir de hambre y ahora nos morimos por comer demasiado", apuntó.

A su juicio, la educación y la información son las dos grandes claves para vencer a la "epidemia de la obesidad". Los consumidores "tienen que recibir la información necesaria, correcta y no engañosa de los alimentos que van consumir, mediante un etiquetado más fácil de entender y que no engañe", recalcó.

El comisario destacó que el marco legislativo comunitario que regula actualmente el etiquetado de los productos alimentarios fue aprobado hace 16 años, por lo que resulta obsoleto y poco efectivo a la hora de informar y formar a los consumidores. Por ello, la Comisión ha lanzado una consulta a través de un Libro Verde para modernizarla.

Por su parte, el representante estadounidense explicó que la implicación del sector de la educación es esencial para disminuir las tasas de sobrepeso entre los más jóvenes. Recordó que los colegios americanos tendrán que eliminar de sus instalaciones las maquinas dispensadoras de refrescos y proporcionar a los niños agua, así como incorporar en sus dietas diarias frutas y verduras antes del 2009.

Azar señaló también el compromiso de algunas marcas de bebidas refrescantes de limitar el número de colores llamativos en sus embalajes y publicidades, y de recortar el número de azucares y grasas a unas 100 calorías por litro, antes del 2008.

"La disminución de la obesidad está directamente ligada al sentido de la responsabilidad que cada persona tiene al elegir los alimentos que consume y el modo de vida que lleva. Las autoridades debemos educar a los ciudadanos para que sus elecciones se basen en el conocimiento, y ello les ayude a tomar las mejores decisiones" declaró el representante norteamericano.

La conferencia que ha reunido a la UE y a EEUU fue organizada por la Plataforma Europea de Acción sobre Alimentación, Actividad Física y Salud. Creada en marzo de 2005, esta integrada por representantes europeos de la industria alimentaria, el comercio minorista, la restauración, la industria publicitaria, las organizaciones de consumidores y las ONG del sector de la salud. Su objetivo es lograr compromisos vinculables y verificables por parte de todos los sectores para invertir la tendencia actual al sobrepeso y a la obesidad.