Los niños con hiperactividad responden precozmente a los estímulos por una alteración cerebral

Actualizado: miércoles, 7 marzo 2007 19:01


VALENCIA, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

El director del Instituto Valenciano de Neurología Pediátrica (INVANEP) y Jefe de Neuropediatría del Hospital Universitario La Fe de Valencia, Fernando Mulas, explicó hoy que al contrario de lo que se pensaba los niños con Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH), que afecta al 5 por ciento de la población joven, responden precozmente a los estímulos debido a una alteración cerebral.

Mulas presentó esta conclusión, derivada de los resultados del estudio 'Nueva Farmacología y Anatomía Funcional Bioeléctrica en el TDAH' publicado por la prestigiosa revista Biological Psychiatry, en la jornada sobre esta enfermedad que se celebró hoy en la Escuela Valenciana de Estudios de la Salud con el respaldo de la Consellería de Sanitat.

Al respecto, explicó que antes de este estudio, que permite conocer cuáles son los mecanismos neurofisiológicos que distinguen a los niños con este rastorno de aquellos que no lo padecen, se creía que los niños con TDAH eran lentos en sus respuestas a los estímulos. Por el contrario, "este estudio demuestra que debido a una disfunción en el lóbulo frontal, ellos procesan los estímulos muy rápidamente, lo que hace que se precipiten en sus respuestas".

Mulas destacó que estas evidencias permitirán en un futuro brindar una alternativa terapéutica a los subtipos de TDAH involucrados en el trastorno de atención, independientemente de que el niño padezca o no hiperactividad. De este modo, se posibilitará la base para diferentes abordajes terapéuticos, no sólo en relación con lo farmacológico, sino también en lo neuropsicológico.

Al respecto, los expertos que participaron en la jornada coincidieron en subrayar la importancia del diagnóstico y tratamiento del TDAH para reducir las consecuencias negativas que este síndrome genera tanto en el niño como en su entorno.

Por su parte, César Soutullo, director de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Clínica Universitaria de la Universidad de Navarra, explicó que las terapias farmacológicas deben mantenerse a largo plazo, durante uno o dos años ya que resaltó: "Superado este período, 2/3 de los pacientes pueden llegar a dejar de necesitarlas".

Soutullo subrayó que las terapias farmacológicas son "seguras y eficaces" y consiguen una recuperación muy significativa en un 80 por ciento de los niños, afirmó. "Esta mejoría no es solamente escolar, sino también social, ya que aumenta la autoestima y mejora la conducta del niño, y por ende, la relación con sus padres y amigos", aclaró. Además, indicó que los efectos secundarios de un tratamiento farmacológico son "muchísimo menores" que el riesgo que supone dejar a un niño sin tratamiento.

Con todo, Soutullo consideró "imprescindible" asociar el tratamiento farmacológico a otros dos tratamientos: el apoyo escolar al niño y la educación de los padres del afectado, con el fin de que conozcan todas las características del trastorno de su hijo.

IMPACTO SOCIAL

Por su parte, el presidente de la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad (F.E.A.A.D.A.H.), Fulgencio Madrid Conesa, se refirió a la importante comorbilidad - presencia de dos o más enfermedades independientes en un mismo sujeto - que acompaña al TDAH como trastorno oposicionista desafiante, dificultades de aprendizaje o ansiedad y la necesidad de prevenirla para evitar el sufrimiento personal de los afectados. Para ello, planteó la conveniencia de fomentar un diagnóstico precoz y el acceso a un tratamiento que permita minimizar el daño en la vida de los afectados.

Madrid Conesa, encargado en esta jornada de abordar el impacto que produce el TDAH en los distintos ámbitos de la sociedad, analizó las consecuencias que genera en la vida familiar y escolar y expuso las dificultades del Sistema Nacional de Salud a la hora de hacer frente a este trastorno, ya que al ser una patología del ámbito de la salud mental, padece una insuficiencia de recursos.

"A ello debe añadirse la imprescindible coordinación entre el Sistema de Salud y el Educativo que exige el TDAH ya que esta particularidad supone un reto para el que se requiere el desarrollo de pautas y sistemas eficaces de intercambio de información", indicó.

Así, opinió que cuestiones como el control y la evaluación de la eficacia de la medicación, la detección y prevención de comorbilidades y el seguimiento psicopedagógico "llevan a replantear la necesidad de establecer protocolos específicos de relación entre estos sistemas y formas ágiles de comunicación".