Los neumólogos recuerdan que el ejercicio físico previene el catarro y los resfriados

Actualizado: lunes, 6 noviembre 2006 13:31


MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -

El ejercicio físico reduce el riesgo de sufrir catarros y resfriados, la afección seguramente más común en estas épocas invernales, recuerda la Sociedad Española de Neomología y Cirugía Torácica (SEPAR).

"Las personas que siguen una vida físicamente activa también tiene su sistema inmunológico mucho mejor preparado que el resto para defenderse de toda la panoplia de virus que están en el ambiente y que pueden atacarnos en cualquier momento", comenta el doctor Héctor Verea Hernando, especialista del hospital Juan Canalejo (La Coruña) y miembro del grupo de estudio sobre 'Tuberculosis e Infecciones Respiratorias' de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

El catarro (también llamado resfriado común o constipado) es, en efecto, una infección de tipo vírico cuyas manifestaciones, por lo general nada graves aunque sí muy molostas, son bien conocidas: dolor de garganta, cefalea, mucosidad nasal abundante, sensación de opresión en la cabeza, tos, falta de apetito, debilidad...

Es frecuente confundir todos estos síntomas con los de la gripe. Sin embargo, hay una diferencia, y es que el catarro, a pesar de provocar sensaciones alternativas de frío y calor, no suele acompañarse de fiebre. "Y si la hay, nunca es alta", matiza el doctor Verea.

El malestar dura como mínimo tres días y no se alarga más de una semana. El virus afecta al aparato respiratorio superior provocando la inflamación de la mucosa nasal, garganta, laringe y senos maxilares. Todo ello de forma leve, aunque, curiosamente, y como explica el citado neumólogo de la SEPAR, la `benignidad' de esta infección "es al tiempo su máximo riesgo", ya que las secuelas de un catarro mal curado pueden ser graves para los niños, ancianos y personas que por algún motivo, como estrés, cansancio o depresión, se encuentran en ese momento bajas de defensas.

"Cuando surgen complicaciones se pueden desencadenar otras infecciones en los pulmones, senos nasales y oídos, a veces difíciles de erradicar --advierte--. Conviene por ello consultar al médico cuando los síntomas se alargan demasiado tiempo o se cogen constipados con excesiva frecuencia".

"La sintomatología se alivia paseando al aire libre, pero, sobre todo, abandonando el tabaco si se es fumador", puntualiza el doctor Verea.

Los especialistas recuerdan que es "muy importante" no tratarse con antibióticos, salvo que medie prescripción facultativa al respecto. "Los resfriados son, de hecho, uno de los motivos más habituales para la automedicación de antibióticos, y hoy se sabe que su abuso puede provocar resistencias bacterianas y predisponer al organismo en el futuro a padecer infecciones graves fruto de la acción de gérmenes que han aprendido a vencer el efecto terapéutico de tales medicamentos", precisan.

En cambio, recuerdan que hay una serie de sencillas medidas que ayudan a librarse de los constipados, como ventilar adecuadamente las habitaciones, ya que tanto la sequedad en exceso, como el contraste entre la temperatura excesivamente cálida del hogar y el frío del exterior, favorecen los catarros.

Además, el calor excesivo que desprenden las calefacciones no sólo seca el ambiente, sino también las mucosas nasales, inhibiendo su valor de primera línea de defensa contra la agresión de gérmenes nocivos presentes en el aire que respiramos.

En este sentido, el doctor Verea recomienda a las personas de edad y a todas aquellas cuyos bronquios producen flemas, que coloquen en la habitación antes de acostarse un recipiente con vahos de eucalipto. "Respirarán bien mientras duermen y descansarán mejor", dice.

En cuanto a la vitamina C, no se ha comprobado que su consumo tenga una relación directa con la ausencia de resfriados. Sin embargo, el citado experto de la SEPAR no cree que deba descartarse como factor preventivo, "toda vez que esta vitamina, muy abundante en nuestras frutas frescas, potencia las defensas del organismo, además de cumplir un papel fundamental en la formación y protección de los tejidos intercelulares, en el mantenimiento de los vasos sanguíneos y en la salud de los dientes y encías".