Médicos sin Fronteras denuncian la lenta respuesta a la epidemia del ébola

Centro de tratamiento contra el ébola de MSF en Ecuador (RDC)
GABRIELE FRANCOIS CASINI/MSF
Actualizado: lunes, 23 marzo 2015 14:20

MADRID, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -

Médicos sin Fronteras ha acusado a la comunidad internacional, y concretamente a la respuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la lenta intervención en África contra el brote de ébola. Una tragedia que considera podía haber sido "evitable" y que, por el momento, ha costado la vida a más de 10.000 personas y 24.000 personas infectadas.

Con motivo del primer aniversario de la declaración de la epidemia por parte de la OMS, la organización recuerda en el informe 'Empujados más allá del límite' que, junto con otras organizaciones, se dio la voz de alarma meses antes de que se convirtiera en un problema de salud pública.

"El brote de Ébola ha sido descrito con frecuencia como una tormenta perfecta: una epidemia que atravesaba fronteras en países con sistemas públicos de salud débiles, que nunca habían experimentado el Ébola con anterioridad", explica Christopher Stokes, director de MSF.

"Sin embargo, esta es una explicación demasiado conveniente. Para que el brote de Ébola alcanzara las dimensiones que adquirió y se descontrolara, muchas instituciones tuvieron que fallar. Y lo hicieron con consecuencias trágicas y evitables", añade.

El informe revela las deficiencias de la respuesta global a la crisis y alerta de que el brote, a pesar de una disminución general en el número de casos, "aún no ha terminado". "La OMS debería haber reconocido mucho antes que este brote requiere más despliegue práctico", señala.

Dentro del informe, Stokes recuerda que desde "el principio era evidente", no solo por el número de casos que estaba creando preocupación entre los que trabajaban en el país, también por la dirección con la que se extendía la epidemia era necesario un "liderazgo". Y entiende que "la OMS debería haber estado luchando contra virus, no MSF", desde el principio.

Así, el documento describe las alertas tempranas que MSF realizó hace ya un año advirtiendo sobre la expansión de los casos en Guinea, la negación inicial de los Gobiernos de los países afectados, y las medidas sin precedentes que MSF se vio forzada a tomar frente a la inacción global, mientras el brote cercaba a los países vecinos.

"La epidemia de Ébola demostró ser un evento excepcional que expuso la realidad de cuán lentos e ineficientes son los sistemas de salud y ayuda para responder a emergencias", ha explicado afirma la doctora Joanne Liu, presidenta internacional de MSF.

El informe detalla los efectos de una coalición global de pasividad de varios meses de duración, durante los cuales el virus se propagó sin control, llevando a MSF a lanzar un llamamiento excepcional en favor de la movilización de equipos médicos civiles y militares internacionales preparados para amenazas biológicas.

MÁS DE 5.300 TRABAJADORES

A lo largo del último año, más de 1.300 trabajadores internacionales y 4.000 trabajadores locales de MSF han sido desplegados en África occidental, donde han atendido a casi 5.000 pacientes confirmados de Ébola.

"Hoy compartimos nuestras reflexiones iniciales y asumimos una mirada crítica tanto hacia la respuesta de MSF como hacia la respuesta global al brote de Ébola más mortal de la historia", afirma la doctora Liu.

A finales de agosto, el centro ELWA3 de MSF en Monrovia (Liberia) estaba saturado y abrumado por el número de pacientes: los trabajadores de MSF se vieron forzados a rechazar a personas visiblemente enfermas en la puerta de entrada, siendo plenamente conscientes de que probablemente regresarían a sus comunidades e infectarían a otros.

El informe también establece los desafíos que MSF tuvo que enfrentar a lo largo del año pasado y las difíciles decisiones tomadas ante la falta de un tratamiento específico contra el virus y de recursos suficientes.

Si bien la experiencia de MSF en relación al Ébola se encontraba limitada a un grupo relativamente reducido de expertos, la organización debería haber movilizado más recursos y con mayor premura. "Enfrentados a una epidemia excepcionalmente agresiva y a una respuesta internacional débil, los equipos de MSF se enfocaron en el control de daños", recuerdan.

Incapaces de llegar a todo, tuvieron que alcanzar soluciones de compromiso entre las diferentes prioridades de atención al paciente, la vigilancia epidemiológica, los entierros seguros y la educación comunitaria, entre otras.

"En los momentos más agudos del brote, los equipos de MSF no podían ingresar más pacientes en los centros ni facilitar el mejor nivel de atención posible", recuerda la doctora Liu.

QUEDA UN "DESAFÍO IMPORTANTE"

Para MSF resulta esencial desplegar una estrategia global para sustentar la investigación y el desarrollo de vacunas, tratamientos y herramientas diagnósticas para el ébola; asimismo, afirman que "queda aún por delante un desafío importante" para declarar el final de la epidemia, debe identificarse a todas y cada una de las personas que hayan tenido contacto con alguien infectado con ébola.

"No hay lugar para errores ni para la complacencia; el número de casos semanales sigue siendo más alto que en cualquier otro brote previo, y los casos no se han reducido significativamente desde finales de enero".

En Guinea, la cifra de pacientes está aumentando de nuevo; en Sierra Leona, siguen apareciendo muchos enfermos confirmados que no estaban incluidos en las listas de contactos conocidos de Ébola; mientras que en Liberia, el pasado 20 de marzo, un paciente dio positivo en Monrovia, el primer caso confirmado en el país después de más de dos semanas desde que el último paciente de ébola fuera dado de alta.

"El trauma del ébola ha creado desconfianza hacia las estructuras sanitarias, ha provocado en los trabajadores de salud desmoralización y temor a la hora de retomar los servicios, y ha dejado a las comunidades desconsoladas, empobrecidas y recelosas", recoge el informe.

En los tres países más afectados, cerca de 500 trabajadores sanitarios han perdido la vida en el último año, un terrible golpe para lo que ya era un grave déficit de personal antes de la crisis del ébola.

Asimismo, observa que es urgente recuperar el acceso a los servicios sanitarios como un primer paso hacia la reconstrucción de un sistema de salud operativo en la región.

"Los fracasos globales han sido expuestos de forma cruel en esta epidemia y miles de personas lo han pagado con sus vidas. En beneficio de todos, deben aprenderse las lecciones que nos ha dado este brote, desde la debilidad de los sistemas de salud en los países en desarrollo, hasta la parálisis y la lentitud de la ayuda internacional", concluye el informe de MSF

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