Los médicos dicen que el Premio Princesa de Asturias de la Concordia es el "mejor broche final" a los aplausos recibidos

Serafín Romero
Serafín Romero - OMC/JOSE LUIS PINDADO - Archivo

Sigue en directo la última hora sobre el coronavirus en España y en el mundo

Actualizado: miércoles, 3 junio 2020 12:58

MADRID, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), Serafín Romero, ha asegurado que el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2020 a los profesionales sanitarios que trabajan en primera línea contra el Covid-19, es el "mejor broche final" a los aplausos que les han dedicado los ciudadanos durante toda la pandemia.

En declaraciones a Europa Press, Romero ha mostrado la "gran satisfacción" que supone el reconocimiento del jurado de los Premios Princesa de Asturias a los sanitarios españoles que han estado y están luchando en primera línea contra la Covid-19 y por los profesionales que han perdido su vida en esta lucha.

"Hoy recibimos este premio con alegría y orgullo en un día especialmente difícil para nosotros al tener el conocimiento de que otro compañero médico fallecía en Toledo. Este premio va para él, para vosotros, para los que nos dejasteis, para los que estáis entre la vida y la muerte, para los que estáis luchando con las huellas que este virus os dejó, por los que seguís dando lo mejor de nuestra profesión. No olvidaremos. Enhorabuena", ha aseverado.

Y es que, a juicio del jurado, los profesionales de la Medicina, la Enfermería, los auxiliares y el resto del personal del sistema sanitario que han atendido directamente a los pacientes contagiados y han realizado su labor en los principales focos de lucha contra la enfermedad del coronavirus ofrecen, con el desempeño de su trabajo, un ejemplo de los valores más estimables del ser humano.

Además, destaca que el esfuerzo de los sanitarios españoles contra la Covid-19 ha permitido atender un número de casos de pacientes infectados y víctimas mortales muy elevado, realizando, incluso, más allá de sus obligaciones, una labor de "profunda humanidad" al acompañar a enfermos ingresados y a personas cuyos familiares no podían estar presentes en sus últimas horas de vida.

Esa responsabilidad ha puesto en riesgo su propia salud personal, hasta el punto de ser el colectivo más afectado por la pandemia en nuestro país, alcanzando los más de 50.000 infectados y más de 60 fallecidos, según datos facilitados por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.