Ley Reproducción.- El padre Martínez Camino asegura que es "muy preocupante para la conciencia recta de los ciudadanos"

Actualizado: jueves, 16 febrero 2006 15:47

La Iglesia aprueba las técnicas de inseminación artificial que "no sustituyen el acto conyugal"

MADRID, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -

El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan Antonio Martínez Camino, aseguró que el proyecto de Ley de reproducción asistida que se aprobó hoy en el Congreso de los Diputados "consagra unas prácticas que contradicen la dignidad de quienes las practican" e insistió en que la nueva normativa es "muy preocupante para la conciencia justa y recta de los ciudadanos en el trato con el ser humano", al permitir "la eugenesia", "la clonación de seres humanos" y "el trato de los embriones como material de comercio".

En esta línea, el secretario general de la CEE explicó a Europa Press que la nueva Ley "abre la puerta a la clonación de seres humanos, ya que sólo prohíbe la clonación con fines reproductivos y, por lo tanto, permite la clonación con fines terapéuticos".

Asimismo, recordó que la normativa permite la eugenesia, es decir, "seleccionar seres humanos, destinados unos a la vida y otros a la muerte". "Empíricamente hoy estos niños son seleccionables entre otros, que son desechados, congelados y destruidos, que se les quita la vida para dejar solamente al mejor para un fin terapéutico como son los transplantes", aseguró.

Por otra parte, también criticó que la Ley trate al embrión como si fuera "un objeto de comercio" y no le ofrezca "una tutela jurídica necesaria en un ordenamiento justo a la vida humana incipiente" al partir "de una consideración de los primeros días de la vida del ser humano como si no fuera tal, como si fuese un objeto manipulable, un objeto incluso venal, objeto de comercio".

INSEMINACIÓN ARTIFICIAL.

La Iglesia Católica aprueba las técnicas que ayudan a las parejas a curar la infertilidad como pueden ser la estimulación ovárica, una cirugía para corregir alguna patología, etc., y dentro de las técnicas de reproducción asistida, la Inseminación Artificial Homóloga (IAH) "siempre y cuando ésta ayude y no sustituya el acto conyugal".

La Iglesia enseña que la IAH es conforme a la dignidad de la persona y de la procreación, porque es una ayuda médica a la procreación que no sustituye el amor de los esposos por procedimientos de laboratorio.

Respecto al modo concreto de aplicar esta técnica la Iglesia confía en que "el matrimonio rectamente formado tiene capacidad para valorar, de acuerdo con el consejo del médico, si la ayuda técnica respeta la naturaleza del acto procreativo y no lo sustituye", según explicaron a Europa Press fuentes del Espiscopado.

Las variantes que ofrece esta técnica pueden ser: intracervical (ICI), intrauterina directa (IUI ó DIUI), intratubárica (ITI) o intraperitoneal (IPI).

Este discernimiento frente al método con el que una pareja se sometería a esta técnica de inseminación se basa en el documento de la Iglesia llamado 'Donum Vitae', sobre el respeto de la vida humana naciente y la dignidad de la procreación.

Este documento, especifica que "la Inseminación Artificial Homóloga dentro del matrimonio no se puede admitir, salvo en el caso en que el medio técnico no sustituya al acto conyugal, sino que sea una facilitación y una ayuda para que aquél alcance su finalidad natural".

Y es que la concepción sólo "es lícita cuando es el término de "un acto conyugal de suyo idóneo a la generación de la prole, al que se ordena el matrimonio por su naturaleza y por el cual los cónyuges se hacen una sola carne", explica el documento.

Añade que "la fidelidad de los esposos, en la unidad del matrimonio, comporta el recíproco respeto de su derecho a llegar a ser padre y madre exclusivamente el uno a través del otro". Es por ello, que la Iglesia no consiente la Inseminación Artificial Heteróloga (IAHE) ya que en la misma se utilizan los esparmatozoides de un tercero para lograr la fecundación.

Las fuentes consultadas explicaron además que la permisividad de las leyes de reproducción humana asistida ha dado prioridad al desarrollo de las técnicas de fecundación artificial en detrimento de las investigaciones ligadas a explicar y curar la infertilidad.